La solidaridad de Bartolomé I a Mar Sako por los cristianos perseguidos en Irak

de Joseph Mahmoud

En los días pasados una delegación caldea realizó un viaje a Turquía, encontrando a los fieles y a latas autoridades eclesiásticas y políticas. El patriarca Sako relanzó el valor de la unidad de los cristianos, única fuente de fuerza y de salvación. La visita a la catedral de Diyarbakir y al monasterio de Zaffaran.

Bagdad (AsiaNews)- En los días pasados el patriarca, Mar Louis Raphael I Sako realizó una visita oficial a Turquía, encontrándose con los fieles y visitando lugares de culto de la tradición caldea en tierra otomana. Entre los momentos más salientes del viaje el encuentro con Bartolomé I en el Fanar, el barrio griego de Estambul, donde surge la catedral de S. Jorge. El encuentro se realizó el 22 de abril pasado y confirmó la unión de cercanía y solidaridad entre el Patriarcado ecuménico de Constantinópolis y la Iglesia caldea, víctima de hace tiempo de violencias y persecuciones por parte de las franjas islamistas y jihadistas en Irak.

Bartolomé I, recibió con todos los honores al Patriarca Sako y a la delegación caldea, expresando “su cercanía” con los cristianos de Irak, que viven “circunstancias difíciles”. El patriarca ecuménico subrayó el deseo que pueda volver a “reinar la paz en la región”, usando las mismas expresiones usadas hace pocos meses por el Papa Francisco en su viaje apostólico a Turquía: “No es posible imaginar a Medio Oriente sin cristianos”.

Como respuesta, Mar Sako agradeció por la acogida y por la oración y en particular, por la decisión del patriarcado ecuménico de abrir las puertas a los inmigrantes que “pueden así celebrar la misa”. Su beatitud también subrayó la importancia “de la unidad de los cristianos”, porque “en la unidad está nuestra salvación y nuestra fuerza”. Los 2 líderes cristianos también han tocado el tema de la unificación de las fiestas cristianas, como testimonio de unidad y fraternidad.

La catedral caldea de Diyarbakir

Acompañaba al patriarca Sako en su viaje, el obispo auxiliar de Bagdad, mons Basilio Yaldo, el obispo caldeo de América mons. Francis Kabalat y mons. Francois Yakan, vicario patriarcal en Turquía. Antes de encontrase con Bartolomé I, la delegación caldea en los días precedentes había visitado algunos de los lugares más importantes de la historia de la Iglesia caldea local. Entre éstos la antigua catedral caldea de Diyarbakir, sede del primer patriarca caldeo Sulaka en 1553, donde el sábado 18 de abril fue celebrada una misa.

Durante la homilía, Mar Sako subrayó la importancia de la historia y de la sacralidad del lugar, “nos lleva a las fuentes de nuestra Iglesia, que mucho ha sufrido”. “Aunque se hayan quedado en una minoría- dijo dirigiéndose a los fieles- no importa porqué ustedes son la sal y la luz, con vuestra fe y vuestro testimonio”.

Luego se encontró con los periodistas, durante el cual se enfrentaron diversos temas entre los cuales las intervenciones del vaticano y de la Unión europea en relación con los estragos de 1915 (el genocidio armenio y asirio). “Esta dolorosa historia- subrayó el patriarca caldeo- de la cual debemos aprender para no repetir similares tragedias, alejando la mentalidad de la guerra y de la lucha, En cambio debemos promover una cultura de paz y de respeto recíproco, porque no hay futuro sin paz”. El Papa, agregó su Beatitud, denunció estos hechos históricos, para denunciar los que está sucediendo hoy, leer el genocidio y el desplazamiento de las masas en acto en Irak, en Siria, En Yemen y en Libia. “El Papa no quiso culpabilizar al actual gobierno turco- precisa Mar Sako- como la Iglesia hoy no acusa a los hebreos por haber matado a Cristo, hace 2000 años. Debemos entender los hechos en su justa prospectiva y no politizarlos”.

La visita a Mardin

En el contexto del viaje el patriarca caldeo Sako y la delegación caldea han visitado la ciudad de Mardin y han celebrado la misa en la iglesia caldea de S. Ormisda. Más tarde fueron al histórico monasterio de siríaco-ortodoxo de Zaffaran y al monasterio de Mar Gabriele en Tur Abdin. Su Beatitud insistió una vez más sobre la exigencia de la “unidad de los cristianos”, para que se pueda garantizar un futuro a la minoría en la propia tierra.

El encuentro con el gobernador de Estambul

Durante la mañana del 21 de abril, el patriarca Sako se encontró con el gobernador de Estambul, Vasif Sahin, con el cual trató de la importancia de la educación religiosa y de una nación abierta, capaz de respetar el valor de la persona humana, creatura de Dios. “Las guerras son una vergüenza, una absurdidad”, subrayó su Beatitud, por esto “tenemos que aprender de la historia para promover la coexistencia y el logro de la paz y de la estabilidad en el mundo”. Hoy no es razonable hablar de jihad o guerra santa, como sucedía en los siglos pasados. “No existe una guerra justa” aclararon los dos líderes, y Turquía con su gobierno laico “puede contribuir en el recorrido de separación de Estado y religión”. “Si queremos hacer un paso adelante- concluyó el patriarca- no hay otra elección. La religión es una relación personal con Dios, mientras que la sociedad es de todos”.

Al final de su visita, Mar Sako celebró la misa para la comunidad caldea de Estambul; al concluir la celebración, él se entretuvo con los fieles y escuchó las sugerencias y sus pedidos, asegurándoles el propósito de trabajar para satisfacerlos en el tiempo más breve posible.