La salud de Putin se deteriora. Navalny sobrevive en un campo de concentración
El líder ruso parece sufrir graves problemas neurológicos: olvida o confunde cada vez más el uso que se le da a los objetos; empieza a divagar en sus discursos, que luego olvida. Putin impulsa la búsqueda del elixir de la vida eterna. Primer mensaje de Navalny desde la cárcel: está a 100 km de la capital, en la "Colonia Nro. 2" de Pokrov. La foto del opositor con la cabeza afeitada.
Moscú (AsiaNews) - Las noticias sobre los problemas neurológicos - cada vez más agudos - del presidente ruso Vladimir Putin aparecen cada vez con mayor frecuencia, según informó ayer el sitio Khartia77.
Por otro lado, el día anterior se difundió un mensaje de su principal oponente, Aleksey Navalny, quien dijo estar "asombrado de que haya un verdadero campo de trabajo forzado (lager) a 100 km de Moscú".
Putin hace tiempo que sufre una pérdida de atención y de memoria, como se desprende de los numerosos reportajes en los que aparece en televisión o en vídeos. El "zar", de 68 años, olvida o confunde cada vez más el uso de los objetos y los toca o los gira en sus manos - palillos, cuadernos, estatuillas y muchos más- sin saber qué hacer con ellos, como muestra un análisis de sprotyv.info del 13 de marzo. Los rumores dentro del Kremlin dicen que estas circunstancias se repiten cada vez con mayor frecuencia, y a veces Putin permanece desorientado por una hora entera. Al parecer, el 8 de marzo Putin alarmó a sus colaboradores más cercanos al pronunciar un discurso espontáneo y farragoso durante más de un cuarto de hora, del que luego dijo no recordar nada.
Se espera que el presidente ruso se someta en breve a análisis médicos exhaustivos. Mientras tanto, crece la preocupación por el hecho de que un líder incapacitado e imprevisible permanece al mando de una de las mayores potencias nucleares. La situación es similar a la que ya vivió la URSS en los últimos años de Brezhnev y sus sucesores inmediatos.
Otros rumores procedentes del Kremlin afirman que Putin está buscando el elixir de la vida eterna, bajo la forma de pastillas milagrosas que prolongan la vida. Este cuadro, acompañado por una fragilidad a nivel neurológico, es típico de la permanencia en el poder por un tiempo excesivo, lo que lleva a la ilusión de poseer una "superhumanidad" o de ser casi una divinidad. A diferencia de su amigo bielorruso Aleksandr Lukashenko, que reacciona a la crisis de su poder de manera histérico-agresiva, Putin estaría asumiendo una condición "paranoico-mística", buscando la inmortalidad por medios religiosos, supersticiosos y científicos al mismo tiempo.
No es casual que el presidente siga personalmente un ambicioso proyecto de investigación genética, financiado por sus oligarcas más cercanos. La dirección del proyecto está a cargo de la hija de Putin, Maria Vorontsova, y se desarrolla en el Instituto Kurchatov: pretende encontrar soluciones para la prolongación de la vida humana, y tiene autorización para realizar todo tipo de experimentos con cobayas, incluso la creación de "mutantes", para conseguir el objetivo.
Navalny sobrevive
Mientras Putin busca la vida eterna, su enemigo Navalny lucha por sobrevivir. Tras varios días sin ninguna certeza respecto a su paradero, el opositor consiguió enviar un mensaje a través de sus abogados desde la "Colonia nº 2" de Pokrov, ubicada en la frontera entre las provincias de Moscú y Vladimir. El texto comienza con una referencia "kantiana": "Hay tres cosas que no dejan de asombrarme: el cielo estrellado sobre nosotros, el imperativo categórico en nuestro interior y la asombrosa sensación que tienes cuando te pasas la palma de la mano por la cabeza rapada" (el mensaje se difundió con una vieja foto suya con la cabeza rapada).
El mensaje se dirige a todo el mundo: "¡Hola a todos desde el Sector A de Control Reforzado! Debo admitir que el sistema penitenciario ruso ha conseguido sorprenderme. No tenía ni idea de que fuera posible organizar un verdadero campo de concentración a sólo 100 km de Moscú". Navalny afirma que no ha sufrido ni presenciado ningún tipo de violencia, aunque varios indicios demuestran que la violencia imperaba allí antes de su llegada, como se desprende "por las poses aterrorizadas de los condenados, que tienen miedo de levantar la vista y mirar a su alrededor". Ahora, sin embargo, todo el mundo se dirige a él con respeto e incluso con simpatía, hasta el punto de que Navalny llama al lugar de detención "nuestro lager amistoso". Es que allí se prohíbe el uso de expresiones vulgares. "¿Te imaginas una cárcel sin palabrotas? .... ¡Me siento como si estuviera dentro de la novela 1984 de Orwell!”.
18/12/2020 10:23
17/07/2020 10:18
04/05/2021 10:14
15/09/2020 10:04
06/03/2020 09:52