La "reconquista" de Tikrit, una victoria probable en que pesa un riesgo político
Bagdad (AsiaNews / Agencias) - El ejército iraquí anunció ayer a bombo y
platillo que sus tropas están avanzando rápidamente hacia el centro de la
ciudad de Tikrit, que se va a tomar el control completo. Y el general
estadounidense Martin Dempsey, comandante de los Jefes del Estado Mayor
Conjunto, dijo que "no hay duda" de que las fuerzas iraquíes expulsaran
al EI de la ciudad. Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein en junio había
sido conquistada por el Estado islámico (EI). La "reconquista",
aunque aún no ha concluido, pero confirmada por algunos vídeos, forma parte del
plan del gobierno de Bagdad para reconquistar Mosul y "expulsar al EI"
del país.
Más allá del valor estratégico de la ciudad, su recuperación tomaría un
significado político importante, evidenciando el subrayando que Bagdad da la
presencia, junto al ejército de los grupos tribales sunitas. Ciudad
abrumadoramente sunita, de hecho, Tikrit siempre ha mostrado intolerancia hacia
el gobierno nacional, liderado por chiíes, y dio la bienvenida a la llegada de
los combatientes sunitas - del EI.
Para llevar a cabo el ataque contra la ciudad, estratégicamente importantes,
más de 20 mil soldados fuertemente respaldados por milicias chiíes y
especialmente por contingentes de Pasdaran iraní.
La presencia chií da espacio, sin embargo, el temor de que la victoria militar
no tiene el aspecto político positivo que espera el gobierno iraquí. Preocupa
la participación abierta del
Pasdaran iraní que, según ellos, serían dirigidos por su
comandante, el general Qasem Soleimani y temores se han expresado por algunos
analistas por la posibilidad de que las milicias chiíes buscan venganza por la
masacre de 700 soldados, en su mayoría chiítas, realizadas en junio por la
milicia de la EI y
las tribus sunitas en el vecino campo Speicher. Y ya hay informes de algunos
saqueos e incendios en las zonas "liberadas".
Su aumento y sobre la eventual destrucción de mezquitas sunitas, por supuesto,
volverían humo la esperanza del gobierno que la toma de Tikrit, en colaboración
con los milicianos tribales sunitas empujarían a sus correligionarios no apoyar
más al Estado islámico. En este sentido, el general Dempsey advirtió que si el
gobierno de Bagdad no logra detener el conflicto entre sunitas y chiítas pondrá
en peligro la continuidad de la coalición internacional contra el Estado
islámico.