La policía reprime protestas en Colombo con gases lacrimógenos caducados hace veinte años
La denuncia de una investigación promovida por la sociedad civil a raíz de los graves problemas respiratorios registrados después que se usaron, el verano pasado, en las manifestaciones que precipitaron la renuncia de Raiapaksa. Los activistas: "Estas armas deberían servir para dispersar, no para matar".
Colombo (Asia News) - En la represión de las manifestaciones en Sri Lanka la policía ha utilizado gases lacrimógenos que vencieron hace veinte años. Y en la etapa más crítica de las protestas -entre la primavera y principios del verano de 2022- dispararon más de 6 mil cartuchos, tres veces más que el gas lacrimógeno que se utilizó en los últimos diez años.
La denuncia está contenida en el informe “Gases lacrimógenos. Las lágrimas de 20 millones” que presentaron hace pocos días algunas realidades de la sociedad civil local en el Centre for Society and Religion (CSR) de Colombo. La investigación, dirigida por el periodista independiente Tharindu Jayawardena con el apoyo de la Comisión del Derecho a la Información, ha revelado datos preocupantes sobre las condiciones de los gases lacrimógenos que utilizó la policía durante la Aragalaya, la ola de protestas populares que condujeron a la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa .
Entre el 31 de marzo y el 20 de julio de 2022 la policía utilizó granadas y cartuchos de gas lacrimógeno por valor de más de 26 millones de rupias (unos 77 mil euros) en 84 ocasiones diferentes. “Muchas veces la policía ha utilizado gases lacrimógenos violando e ignorando las instrucciones de seguridad sobre su uso. Incluso utilizó cartuchos caducados, tratando de ocultar que lo había hecho cuando se le pedía información al respecto”, dice el documento, donde también se registra que habían superado en 10 o 20 años las fechas de caducidad.
El periodista Jayawardena explicó que la investigación comenzó en septiembre pasado cuando algunas víctimas de la represión contra las protestas denunciaran graves problemas de salud debido a los gases lacrimógenos que se utilizaron para dispersar a la multitud. “Como periodista -explicó- en los últimos diez años he cubierto muchas manifestaciones que se dispersaron con gases lacrimógenos. Pero nunca había visto problemas tan serios”. Algunas personas incluso murieron por complicaciones respiratorias.
“Pedimos información al Departamento de Policía en reiteradas oportunidades recurriendo a la Ley de Derecho a la Información - continúa Jayawardena - pero no se nos ha proporcionado información relevante y adecuada. Solo después de cuatro audiencias de apelación ante la Comisión del Derecho a la Información, se ordenó a la policía que diera todos los detalles. Pero hasta la fecha todavía no lo ha hecho de manera completa”.
“En 2012 se compraron 20.000 granadas y cartuchos de gas lacrimógeno -dice el informe-. Entre 2012 y 2015, la policía utilizó solo 2.306. Aunque las existencias restantes caducaron en 2017, no fueron destruidas. Lo mismo ocurrió con las granadas y cartuchos comprados en 2017 que vencieron en 2021. Esto es una clara violación de la salud pública, porque estos gases se utilizan para dispersar multitudes, no para matarlas con complicaciones respiratorias o de otro tipo.
Mientras tanto, hace unas noches la policía utilizó en Colombo gases lacrimógenos para dispersar una protesta organizada por el sindicato de estudiantes universitarios. El objetivo era denunciar la crisis económica, social y política en que se encuentra el país.
20/08/2022 12:30
03/10/2022 12:02
27/08/2019 14:55