La pastoral de los migrantes es la primera prioridad de los sacerdotes indonesios

de Mathias Hariyadi

En el 14º encuentro de Unio Indonesia, la organización católica que reúne a más de dos mil sacerdotes y obispos de ese país, se reiteró una vez más que los trabajadores migrantes son la primera prioridad de la Iglesia de Indonesia. Fue también la oportunidad para formalizar la elección del padre Maxi Un Bri como nuevo responsable de la asociación hasta 2026.

Yakarta (AsiaNews)- 2.513 sacerdotes y obispos indonesios se reunieron del 25 al 29 de septiembre en Mataloko, en la arquidiócesis de Ende, para el 14º encuentro nacional de Unio Indonesia, asociación católica del clero fundada en 1983 en Yakarta. Uno de los objetivos del encuentro era hacer un balance de la pastoral de los migrantes en las 37 diócesis del país.

La urgencia se puso de manifiesto en diversos testimonios, como el del padre Chrisanctus Paschalis Saturnus, sacerdote de la diócesis de Pangkalpinang que vive en la isla de Batam, lugar de paso "estratégico" de los flujos migratorios de la región entre la misma Indonesia y Singapur, donde cruzan "de contrabando" cientos de trabajadores inmigrantes no regulares procedentes de diferentes zonas del país, para dirigirse tanto a Singapur como a Malasia. El padre Saturnus es conocido por la ayuda que presta a los migrantes indonesios para que no queden atrapados en la red del tráfico ilegal de seres humanos y ofrece asistencia a los que se encuentran en dificultades: «Como sacerdotes - dijo en la reunión de la Unio -, no podemos dejar que esta esclavitud humana moderna suceda delante de nuestros ojos».

El 14º encuentro de la asociación indonesia también fue la oportunidad para escuchar el testimonio de personas que han sido migrantes ilegales, como Agustine Wodo. «Durante 12 años construí una vida mejor en Malasia, porque mi familia tenía serias dificultades económicas aquí en Indonesia. Primero trabajé sin documentos en una plantación de palmeras, pero después pude obtenerlos legalmente y eso cambió el curso de mi vida como trabajador migrante", explicó Wodo, que ahora es maestro en un pueblo de la provincia central de la isla de Java.

Este encuentro a gran escala fue también una oportunidad para compartir experiencias sobre la manera de acoger e interceptar migrantes. Una de ellas tiene incluso nombre: programa Tuka Tuku Teka, una forma organizada de ayudar a los habitantes de la zona de Ngada a aumentar su bienestar para evitar las salidas ilegales.

«Todavía hay decenas de diócesis indonesias que, a pesar de la exhortación del Papa Francisco a poner fin a esta esclavitud humana moderna, no pueden hacer lo suficiente. Es necesario que la Iglesia indonesia implemente capilarmente la pastoral para los migrantes", afirmó el p. Ferry Sutrisna Widjaja, sacerdote diocesano de Bandung. Esta propuesta fue recogida en el documento final del encuentro que se publicó hoy, en el cual se afirma que cada diócesis debería poner pronto en práctica una pastoral de los inmigrantes para hacer frente a los desafíos humanitarios de estos tiempos.

Según datos recientes publicados por la Agencia Indonesia de Protección de los Migrantes (BP2MI), en junio de 2023, había al menos 135.791 trabajadores migrantes indonesios que se ganan la vida en el exterior. La hermana Laurentina SDP, de Kupang, explicó a AsiaNews que casi todas las semanas recibe el ataúd de un trabajador migrante para enviárselo a su familia.

Por último, el encuentro fue la oportunidad para formalizar la elección del P. Maxi Un Bri como nuevo responsable de la asociación Unio hasta 2026.

El padre Ferry Sutrisna Widjaja ha colaborado con este artículo.