La movilización militar por Ucrania es un golpe mortal para la economía rusa

de Vladimir Rozanskij

El análisis del economista Vladislav Inozemtsev. El poder considera a los ciudadanos como animales de criadero. Miles de familias quedarán sin ingresos. Muere el comercio minorista en amplias zonas del país. La economía se dirige hacia el -10% del crecimiento del PIB. Entre 3 y 4 millones de personas desaparecerán del mercado laboral.

Moscú (AsiaNews) - Uno de los economistas más reconocidos de Rusia, Vladislav Inozemtsev, publicó en theins.ru una evaluación del impacto que la movilización militar de estos días tendrá en la economía rusa, a la que considera "el balance final de la era de Putin". Director del Centro de Investigación sobre la Sociedad Post-Industrial de Moscú, el economista parte de la sensación generalizada que hay en toda Rusia en este momento, de que "nos nos hemos despertado en un país diferente".

La nueva Constitución que permite la reelección del dictador del Kremlin, el encarcelamiento de Alexei Navalnyj, el reconocimiento de la independencia del Donbass y la invasión de Ucrania, según Inozemtsev, han creado el efecto "apocalíptico" de que la historia rusa vuelve a empezar de cero. En su opinión, sin embargo, "ninguno de estos hechos es comparable en sus efectos con la movilización, el verdadero punto de inflexión que marca un antes y un después en nuestra historia reciente".

El problema no es ni siquiera el aspecto moral de la cuestión, el "genocidio del pueblo ruso en el frente ucraniano", ni vale la pena adentrarse en el laberinto de la historia comparando el llamado a las armas actual con los del pasado. Limitándose al aspecto económico, el especialista cree que "esta vez la decisión se hará sentir en la vida de cada ciudadano ruso", acelerando exponencialmente la crisis que comenzó con la invasión y las consiguientes sanciones.

Las discrepancias en la información sobre la movilización pone en evidencia que la cantidad de población afectada es mucho mayor que la que debería estar formalmente involucrada, e incluso podría superar el millón de personas. Como atestiguan las numerosas historias de estos días, se ha convocado a personas de todas las edades y condiciones sociales, con alistamientos masivos de los hombres "válidos" en las calles y en las casas, estaciones de metro y aulas universitarias, acentuando la sensación de catástrofe generalizada en la sociedad rusa.

En un país donde oficialmente hay más de 3 millones de desempleados, existen muchas otras categorías que Inozemtsev denomina "sin utilidad económica". Al menos 700.000 guardaespaldas, más de 100.000 choferes privados y 80.000 diputados de diversos niveles administrativos describen el peso de la burocracia postsoviética, al igual que, por ejemplo, los casi 800.000 empleados ferroviarios, tantos como en el resto de Europa.

El economista cree que "la movilización pone en evidencia que el poder considera a los ciudadanos como animales de criadero, y cuanto más se va a las provincias y al campo, tanto más el reclutamiento militar destruye la realidad social", como demuestran los casos del Extremo Oriente, Buriatia o Jacuzia, donde la movilización afecta a más de la mitad de la población masculina. Miles de familias se quedarán sin ningún ingreso, el comercio minorista está muriendo en extensas zonas del país y “el PBI, que estaba destinado a caer un 4-5%, ahora se dirige hacia el -10%”.

Ya hace tiempo que la economía rusa está concentrada en las grandes ciudades y las principales empresas, una "economía oligárquica" en la cual el 20% del PBI del país corresponde sólo a Moscú. Excepto que, a diferencia de la gente del campo, los habitantes de las grandes ciudades no tienen ninguna intención de ir a "recoger con palas la basura sangrienta de Ucrania", y decenas de miles de ellos huyen de Rusia o tratan de esconderse lejos del lugar donde viven para no recibir la comunicación de la convocatoria. Los centros de las ciudades se están vaciando y lo mismo ocurre con el sector líder de la economía rusa.

Dentro de unos días la movilización ya no se organizará según el lugar de residencia sino según el lugar de trabajo, y esto será "el golpe de gracia para la economía: millones de personas preferirán perder su trabajo antes que terminar en las filas del ejército". Según algunos cálculos, entre 3 y 4 millones de personas desaparecerán del mundo laboral, y de hecho será la desintegración de la Rusia de las últimas décadas, dejando un vacío sumamente difícil de llenar.