La junta golpista de Myanmar rodea con minas una iglesia y bombardea una escuela
Las tropas del ejército profanaron un edificio religioso católico y atacaron una escuela primaria en un complejo monástico budista matando a 11 niños. Los medios de información oficiales afirman que las muertes de civiles fueron causadas por los milicianos de la resistencia, que utilizan a la gente como escudos humanos. En realidad los militares incineraron los cuerpos para ocultar un nuevo crimen.
Rangún (AsiaNews/Agencias) – Las tropas de la junta golpista birmana profanaron una iglesia católica usándola como cocina para sus soldados y rodeándola con minas después de abandonarla. Fuentes locales informaron a UcaNews que ocuparon la Iglesia de la Madre de Dios que se encuentra en la ciudad de Mobye, diócesis de Pekhon, en el estado sureño de Shan. Hace dos días, además, la aviación de la junta bombardeó una escuela primaria monástica donde murieron 11 niños. Los soldados incineraron los cuerpos para tratar de ocultar las huellas de este nuevo crimen.
Desde el golpe de Estado en febrero de 2021 que derrocó al gobierno civil encabezado por Aung San Suu Kyi, el ejército birmano ha cometido atroces agresiones y violencias contra la población civil, atacando reiteradamente instituciones religiosas - no solo cristianas - donde la población busca refugio durante los enfrentamientos.
En Mobye los combates entre tropas del ejército y las fuerzas antigolpistas comenzaron hace dos semanas. Los soldados abandonaron la iglesia al cabo de una semana, pero antes de irse sembraron con minas el terreno circundante. Los milicianos de la resistencia advirtieron a los feligreses que no se acercaran a la iglesia.
Un video filmado por las fuerzas antigolpistas y difundido en las redes sociales muestra los uniformes y utensilios de cocina que dejaron las tropas en el lugar. “Los daños en el templo, que es un lugar sagrado, es consecuencia de los ataques del diablo”, escribió en Facebook un sacerdote birmano exiliado.
Más de 5.000 civiles huyeron de Mobye después de los ataques aéreos que destruyeron cerca de 100 viviendas. También atacaron hace pocos días el monasterio de la ciudad y murieron dos niñas de 7 y 12 años que se habían refugiado allí junto con otras personas.
La diócesis de Pekhon es una de las zonas más afectadas por los ataques de la junta birmana, junto con la cercana ciudad de Loikaw, en el estado de Kayah. Seis parroquias que han sufrido repetidos ataques están ahora completamente deshabitadas y más de 150 mil cristianos han huido de Kayah y Shan para refugiarse en estados vecinos.
El 17 de septiembre dos helicópteros Mi-35 bombardearon una escuela monástica en la aldea de Let Yet Kone, en la región de Sagaing. Siete niños murieron en el acto (4 más en las horas siguientes) y otras 17 personas, entre profesores y alumnos, resultaron heridas. Los habitantes de la zona refirieron que los soldados obligaron después a la población local a cooperar para incinerar los cuerpos en el pueblo de Ye-U, donde hay un puesto militar.
“Había charcos de sangre dentro de la escuela. Quedaron pedazos de carne esparcidos por todas partes, en los ventiladores, en las paredes y en el techo”, dijo un poblador que fue a comprobar el estado de la escuela después del ataque. “Los padres de dos niños vinieron a buscar a sus hijos, pero lo único que había quedado era la ropa y ni siquiera pudieron enterrarlos”.
Los medios de información del gobierno birmano afirmaron que en la escuela y la aldea se habían ocultado fuerzas de resistencia (el Ejército para la Independencia de Kachin y las Fuerzas de Defensa del Pueblo), y que los civiles murieron porque las milicias rebeldes los usaron como escudos humanos. Los residentes locales sostienen que fue un ataque unilateral del régimen.