La iglesia de Macao reza por China: Ahora es el momento oportuno de la evangelización
Por primera vez, desde cuando es obispo mons. Stephen Lee, la celebración mundial de oración por china se realizó a nivel diocesano, en la catedral, con la presencia del obispo. El recuerdo de los mártires, chinos y extranjeros, que han evangelizado China; la oración a María para que los cristianos enfrenten los nuevos desafíos de la sociedad china en transición. Evangelizar China es la tarea de los fieles chinos y de todos.
Macao (AsiaNews)- En sintonía con la Iglesia universal y como parte de China continental, la diócesis de Macao celebró ayer la Jornada de oración por la Iglesia en China, instituida por Benedicto XVI en 2007. Y que estableció el 24 de Mayo como Día de oración por la Iglesia en China, puntualmente y de forma diferente este día de oración. En años pasados se celebró a nivel parroquial, en la que cada parroquia de Macao organizaba el día de oración e invitaba a alguien particularmente relacionado con la iglesia en China para dar su testimonio y se rezaba por la situación de la iglesia en China. Otros años, varias parroquias organizaban una vigilia de oración en común. En ella participaban los católicos de las parroquias organizadoras.
Este año,es el primero en que el neo –Obispo StephenLee preside la oración por la Iglesia en China, tuvo lugar exclusivamente en la catedral. En ella se congregaron, a las 20.00 horas del día 24 de Mayo, católicos de las distintas parroquias de Macao, hasta abarrotar la catedral. En un ambiente de oración, presidido por el Obispo Lee, la liturgia se centró en el ambiente de oración por los cristianos e China.
La vigilia de oración, en tres lenguas: chino cantonés, inglés y portugués, comenzó a las 8.00 pm. En dos paneles colocados a ambos lados del altar había dos pantallas en las que se hizo una breve presentación de los mártires de China, tanto misioneros extranjeros como cristianos de China. Se hizo un breve recorrido por esa historia de mártires y testigos brillantes del Evangelio, que puede dar luz e inspirar a los cristianos de hoy que viven en una sociedad en continuo cambio y ante las dificultades que encuentran en China.
Seguidamente, el evangelio proclamado en las tres lenguas antes mencionadas, se refería a la fuerza del Espíritu que guía a los testigos del evangelio en tiempos de persecución, y donde el Espíritu pone en los labios de los perseguidos las palabras que deben decir ante las autoridades del mundo.
El obispo Lee, seguidamente, realizó la homilía en la que comenzó implorando la ayuda de la Virgen María, en el mes de Mayo, su mes preferido. Hizo una mención a las advocaciones marianas fuera de China, y al concluir la homilía también se refirió a la Iglesia de China como una Iglesia especialmente mariana, con lugares de peregrinación esparcidos por el gran mapa de China. Pero insistió en que la mejor advocación es la de María que llevamos cada uno en nuestro corazón.
Y como centro de la homilía, el obispo resaltó tres puntos particularmente importantes en su alocución a los Catolices de Macao. En primer lugar, pidió a la Virgen María que la Iglesia de China crezca en su fe, de forma especial es su preparación para afrontar los retos de la sociedad en que viven. El crecer en la fe, matizó, ha de referirse tanto a obispos como sacerdotes, religiosas y laicos. La Iglesia en China vive momentos especiales de cambio y transformación.
En segundo lugar, el obispo Lee, habló claramente de las adversidades y dificultades que la Iglesia tiene en manifestar y ejercer su fe en China. Dificultades, que obviamente los cristianos de Macao conocen sobradamente, que vienen del contexto en que viven, de la sociedad, de los conflictos étnicos, de la economía, etc. Pidió a la Virgen María que diera fuerza a los cristianos en este caminar, siguiendo el ejemplo de los mártires chinos del pasado.
Finalmente, el pastor de la Diócesis de Macao, rogó a María que ponga en el corazón de los católicos el ímpetu evangelizador para que lleven el Evangelio al pueblo chino. Esta característica misionera ha de impregnar la vida de la iglesia. El tiempo presente es un momento apropiado para que los católicos chinos evangelicen China, siendo esto tarea de todos.
Finalizó la hora de oración con un momento de silencio y una oración ante el Santísimo Sacramento. Después, se rezó la oración final por la Iglesia de China a Nuestra Señora de Sheshan, en Shanghái, cada uno en una de las tres lenguas antes mencionadas. Y finalmente se cantó el Himno a María, Reina de China.
17/12/2016 13:14
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