La estación de Kowloon, bajo el control de la ley de Beijing
Para el gobierno de Hong Kong, la situación amerita que haya un único control –chino- en la aduana, en la inmigración, en los andenes y en los trenes. Para los demócratas, es un primer paso para delegar a China los controles sobre manifestaciones y protestas.
Hong Kong (AsiaNews) – El gobierno de Hong Kong ha propuesto que en la estación ferroviaria de Kowloon, instalada sobre el nuevo ferrocarril de alta velocidad Guangzhou-Shenzhen-Hong Kong, el control sea confiado a la China. Diversas personalidades demócratas temen que éste sea el inicio de un proceso en el cual se ceda a China el control legal y policíaco sobre el territorio.
El nuevo ferrocarril de alta velocidad será inaugurado el año próximo, y tendrá un costo de aproximadamente 11 millardos de dólares estadounidenses. El presidente Xi Jinping visitó el sitio de la estación cuando viajó a Hong Kong para celebrar los 20 años del retorno a China de la ex colonia británica.
Hasta ahora, y tal como ocurre en todas las fronteras, las operaciones de aduana y el control de pasaportes se daban en dos momentos separados, las primeras las realizaba la parte china, y el segundo era responsabilidad de la policía de Hong Kong.
Con el nuevo método propuesto por el Ejecutivo del territorio, pasaría a efectuarse un único control, que estaría operado por oficiales chinos.
El control de Beijing abarcaría las áreas de inmigración, aduanas, sala de espera, todas las plataformas de los andenes y los trenes mismos. Si bien en los hechos la zona es territorio de Hong Kong, pasaría a aplicarse la ley civil y penal de China.
Quienes se oponen a la propuesta destacan que de esta manera, se corre el riesgo de que un ciudadano de Hong Kong pueda ser arrestado por acciones que no son consideradas delitos en el territorio, pero que en cambio, sí lo son en China. En todos domina el temor de que suceda algo parecido a lo que ocurriera a los cinco editores-libreros -desaparecidos en Hong Kong y luego reaparecidos en China, bajo el control de la policía. Su “crimen” fue vender libros en los cuales se difundían noticias picantes sobre los líderes chinos y se criticaba a la dirigencia china.
Para Martin Lee Chu-ming, ex parlamentario por el bloque demócrata y que se cuenta entre los redactores de la Basic Law, dejar porciones de territorio de Hong Kong en manos de China significa anular la mini-Constitución de la ciudad, que permite estilos y libertades diversas de las que rigen en China popular, ateniéndose al principio de “una nación, dos sistemas”.
“Una vez que se asienta un precedente –dijo Martin Lee a una radio local- los muchos problemas de Hong Kong podrán tener la posibilidad de ser resueltos fácilmente utilizando medidas de la China continental”. Por ejemplo, durante las protestas, manifestaciones y sentadas (como sucedió en la época del movimiento de los paraguas en 2014), se correría el riesgo de encomendar a China la responsabilidad de aplicar su ley, y no la de Hong Kong, que permite la libertad de expresión.
Los parlamentarios del bloque demócrata han prometido vetar la propuesta del gobierno.
17/12/2016 13:14
01/09/2021 15:28