La esperanza, después del terremoto en Mindanao
Un misionero del PIME publica una carta abierta con ocasión de las fiestas navideñas. “En las áreas más azotadas por años de conflictos, los líderes militares y rebeldes están aprendiendo a ser operadores de paz”. Protestantes, tribales y musulmanes también participarán en la novena de la “Misa de Gallo”.
Kidapawan City (AsiaNews) – La población de Kidapawan (Cotabato del Norte) y de los municipios de los alrededores continúa viviendo en condiciones desesperantes, a causa del grave sismo que se abatió en el territorio hace unos dos meses. En esta región de la isla de Mindanao lleva adelante su obra misionera el Pbro. Peter Geremia (foto 2), un sacerdote octogenario del Instituto Pontificio de Misiones en el Extranjero (PIME) y líder de la Inter-Cultural Organizations’ Network for Solidarity and Peace (ICON-SP). En una carta abierta, publicada con ocasión de las fiestas navideñas, el misionero destaca “la alegría” que vive la población, “por la cercanía, al dar y compartir”, a pesar de las dificultades. “Han surgido signos de esperanza inesperados”, afirma. A continuación, el mensaje del sacerdote (Traducción de AsiaNews).
Queridos amigos:
¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo!
La Navidad está llegando, pero ¿cómo puede haber una feliz Navidad en nuestra región? En el pasado mes de octubre, tres potentes terremotos e innumerables réplicas de asentamiento sembraron el pánico y destruyeron muchas casas, escuelas, iglesias, e incluso hospitales y hoteles. Todavía hoy, miles de personas continúan viviendo en tiendas… Toda la población siente miedo y angustia por los temblores y la inseguridad. Muchos han abandonado la tranquilidad de sus hogares y todos comparten el temblor de la tierra bajo nuestros pies...
Sin embargo, al mismo tiempo, muchos están aprendiendo a ayudarse mutuamente y estamos presenciando un movimiento de solidaridad masivo, proveniente de toda la nación y del exterior. Por eso, sentimos la alegría de la cercanía, la alegría de dar y compartir. Han aparecido signos de esperanza inesperados. Hay voces que piden la revocación de la ley marcial en nuestra isla, que exhortan a reanudar los coloquios de paz con los grupos rebeldes; además, los líderes militares e insurrectos parecen olvidarse de combatir unos contra otros y se están uniendo para ayudar a las víctimas de las catástrofes. En las áreas más azotadas por años de conflicto se están entablando muchos diálogos y algunos líderes militares y rebeldes están aprendiendo a ser operadores de la paz…
Ahora estamos por comenzar la “Misa de Gallo”, una novena de nueve días de misas, celebradas al amanecer. Todas las personas – incluso protestantes, tribales y algunos musulmanes – se unen a esta insólita tradición; un flujo de personas se despierta en plena noche y caminan con linternas en la mano para llegar hasta las iglesias o capillas decoradas con las luces de Navidad. El aire se puebla de una oleada de saludos y canciones alegres … Muchos parecen olvidar sus problemas. Oleadas de sentimientos y expectativas felices… esta tradición es tan popular, que muchos trabajadores filipinos de ultramar (OFW) la practican en los distintos países donde trabajan. Este año, el Papa Francisco se unirá a la Misa de Gallo de los emigrantes, en Roma.
Créase o no, esta será una Navidad feliz, feliz, y un Año Nuevo con esperanza. El Niño de Belén tiene formas extrañas de difundir alegría y confianza entre las personas que no lo conocen bien. Este tipo de espíritu navideño es contagioso, y deseamos que puedan compartirlo, a pesar de todos los problemas y los miedos.
Mi más sincero agradecimiento por vuestra solidaridad, sostén y oraciones. Les damos las gracias por haber compartido nuestros esfuerzos para ser instrumentos de misericordia y paz. Rogamos para que ustedes también puedan participar de esta felicidad especial que estamos viviendo.
¡Que tengan una Feliz Navidad y un Año Nuevo en paz!
(Foto credit: Nassa/Caritas Philippines).
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