La ensalada rusa de la economía «recalentada» de Putin
Incluso la mayonesa en las fiestas de este año será un 13,5% más cara, mientras que los ahorros reales de los ciudadanos se reducen a pesar de las cifras de crecimiento infladas por una producción industrial bélica. China toma nota de la liberación de grandes espacios de mercado e intenta ocuparlos evitando riesgos en la medida de lo posible.
Moscú (AsiaNews) - Según todos los indicadores económicos, con la inflación galopante y las continuas subidas de precios de los productos de primera necesidad, en Rusia hasta preparar la ensalada rusa Olivier, que no puede faltar en las mesas festivas de Año Nuevo, se está convirtiendo en un lujo. El Presidente Vladimir Putin ha hecho un llamamiento a los inversores para que inyecten sangre nueva en la «recalentada» economía, mientras que la Presidenta del Banco Central, Elvira Nabiullina, es incapaz de encontrar medidas que frenen el desplome del rublo y de todo el sistema.
En su intervención en el XV Foro de Inversión del Vtb Bank, titulado «¡Rusia llama!», Putin declaró que «nuestros enemigos querían infligir una derrota estratégica a Rusia, pero sus planes fracasaron». De hecho, fue el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, quien describió la economía rusa como peregrina, «sobrecalentada», y la previsión de Nabiullina de que la inflación vuelva a niveles aceptables del 4% se extiende hasta 2026, anunciando nuevas subidas a corto plazo de los tipos de interés y de los tipos hipotecarios.
Los productos alimenticios, incluido el ingrediente principal de Olivier, la mayonesa, están subiendo, y el almuerzo de Nochevieja será al menos un 13,5% más caro, a pesar de que Putin declaró en el foro que el aumento es sólo del 8,8%. El ahorro real de los ciudadanos se está reduciendo, y éste es uno de los peores signos, según los comentarios de los economistas. Al foro asistieron representantes del mundo financiero de India, China, Turquía, los países del Golfo Pérsico, África, Asia Central y el Sudeste Asiático, así como de otros países a los que se ha ofrecido producir sus mercancías en Rusia, que «ha demostrado una gran resistencia en circunstancias difíciles, adaptándose a los retos macroeconómicos y abriendo nuevos horizontes para el crecimiento interno».
Observadores independientes, como los economistas rusos Maksim Blant y Boris Grozovsky, también hacen hincapié en la grave escasez de mano de obra debida a las movilizaciones relacionadas con la guerra, que también está contribuyendo al encarecimiento de los créditos empresariales. Según Blant, recogido por Radio Svoboda, el optimismo de Putin sobre la reducción del desempleo es definitivamente infundado, porque «es uno de los límites naturales de una economía incapaz de reaccionar a los estímulos». La producción industrial de guerra, que se calcula en rublos, infla los datos económicos sin que se pueda comprobar en qué medida afecta realmente a todo el sistema del país.
Mientras los precios suben, el PIB permanece estancado, observan los economistas, y el sesgo de la economía de guerra hace que la situación de toda la sociedad sea cada vez más crítica, avanzando cada vez más hacia la estanflación. No es casualidad, señala Grozovsky, que China invierta mucho en la economía rusa, pero no permita a sus trabajadores trasladarse a Rusia, obligándoles a quedarse en su propio país para evitar el riesgo de quedarse sin protecciones no sólo económicas, sino también jurídicas y sociales. Si tienes que abrir una fábrica, necesitas garantías de que luego no será nacionalizada dentro de cinco o diez años, y no sabes qué pasará después de Putin, que ya no es tan joven», señala el experto.
Los propios rusos no se apresuran a poner su dinero en los programas supercaros de crédito estatal y bonos a largo plazo, sin saber cómo acabará, ya que Putin «está destruyendo sistemáticamente todas las instituciones legislativas e institucionales de garantía», señala Grozovsky, y tampoco existe la certeza de la propiedad privada. Blant también coincide en que «en estas condiciones es ingenuo contar con grandes inversiones extranjeras en Rusia». China se limita a tomar nota de la liberación de grandes espacios de mercado, e intenta ocuparlos evitando los riesgos en la medida de lo posible. Para Putin, sin embargo, la situación actual «responde plenamente a las expectativas», y todo el mundo notó la palidez en el rostro de Elvira Nabiullina cuando el presidente pronunció estas palabras.
20/04/2017 12:29
03/03/2022 10:00