La diócesis de Pyongyang y Corea del Norte consagradas a la Virgen de Fátima
El Card. Andrea Yeom, arzobispo de Seúl y administrador apostólico de Pyongyang, presidió la misa y la ceremonia de coronación de la estatua de la Virgen. Un mensaje autógrafo del Papa Francisco.
Seúl (AsiaNews) – Con una solemne ceremonia en la catedral Myeong-dong, el Card. Andrea Soo-jung Yeom, arzobispo de Seúl, consagró la diócesis de Pyongyang (Corea del Norte) a la Virgen de Fátima. El Card. Yeom es Administrador Apostólico de Pyongyang, no habiendo en el Norte ningún obispo o sacerdote, eliminados en tiempos de Kim Il-sung.
La ceremonia en la solemnidad de la Asunción de María, el pasado 15 de agosto, comprendía la misa, la coronación de la estatua de la Virgen y la lectura de un mensaje autógrafo del Papa Francisco. Entre los concelebrantes estaban el nuncio apostólico Mons. Alfred Xuereb, los dos auxiliares de Seúl, Mons.Timoteo Yu y Giobbe Koo, junto a numerosos sacerdotes de Seúl. Presentes también Matteo Hwang, vicario de Pyongyang, y el p. Gerard Hammond, misionero Maryknoll, máximo experto de Corea del Norte
La catedral estaba llena de fieles, laicos y religiosas al máximo de su capacidad, si bien limitada por la observancia de los reglamentos sanitarios causados por el virus Covid-19. Antes de entrar a la catedral, todos los participantes debieron pasar por el control de la temperatura, usar mascarillas, sentarse a un metro de distancia. Ningún canto, sólo el sonido del órgano.
La fecha del evento es muy significativa para el pueblo coreano: el 15 de agosto es el día de la Liberación de Corea, el aniversario de la finalización del dominio colonial japonés y de la Segunda Guerra Mundial. Este año es el 75° aniversario de la Liberación y el 70° aniversario del inicio de la guerra fratricida coreana.
En la homilía, el Card. Yeom recordó cuanto la vida de la Iglesia y la misma Corea haya probado ya desde el inicio de las persecuciones. Él subrayó la importancia de una verdadera conversión para la liberación evangélica de todo el pueblo coreano.
El purpurado también recordó el rol decisivo desarrollado por la Santa Sede en el apoyar al gobierno de la nueva República de Corea, para que obtuviese el reconocimiento como único gobierno legítimo en la Península coreana en la asamblea general de la ONU que se tuvo en diciembre de 1948 en París. Fue gracias a este reconocimiento que la ONU pudo enviar tropas para ayudar en la defensa de la libertad y la democracia, durante la guerra de invasión por parte de Corea del Norte.
Después de la homilía, el Card. Yeom coronó la estatua de la Virgen de Fátima, después leyó la oración de consagración, pidiendo a la Virgen su intercesión para la paz en la Península coreana y por la libertad religiosa de los fieles en Pyongyang y en toda Corea del Norte.
Para la ocasión, el Papa Francisco envió al Card. Yeom un mensaje autógrafo, acompañado por la bendición evangélica. El mensaje datado 24 de julio, subraya la urgencia de “un nuevo mundo de pensar que supera la división y tejer relaciones justos y fraternos” y se une a los católicos coreanos “en la oración por la conversión de los corazones y por el triunfo de una cultura de la vida, de la reconciliación, del amor fraterno y de la paz duradera en la península coreana”.
“En nuestro mundo se está reduciendo rápidamente-continúa Francisco- estamos desafiados no sólo a respetarnos sino también sentirnos responsables el uno del otro, construyendo puentes y promoviendo un desarrollo humano sostenible, fundado en el respeto de los valores humanos auténticos y de la dignidad inviolable de todos”.
Como preparación a esta dedicación, el Card. Yeom envió una carta especial a los fieles de Seúl. pidiéndoles oraciones, sacrificios y la práctica de la caridad, suplicando a la Virgen para que se pueda alcanzar lo antes posible la paz en la península coreana y la libertad religiosa para la diócesis de Pyongyang y la Iglesia en Corea del Norte.