La dimisión de Hariri lleva a poner en discusión el viaje del Card. Raï a Riad
“El jefe de la Iglesia maronita –según se sostiene- está convencido de que se han ejercido presiones sobre el Primer ministro para empujarlo a presentar su renuncia”. El cardenal está indignado por el modo es que se anunció su dimisión, y no trata de esconderlo.
Beirut (AsiaNews) – Perplejo y partícipe, como todos, de la enorme sorpresa suscitada por la dimisión del primer ministro Saad Hariri, el jefe de la Iglesia maronita, el Card. Béchara Raï, “ha decidido dejar pasar algunos días” antes de confirmar su proyecto de viajar a Arabia Saudita, en respuesta a la invitación oficial recibida la semana pasada, enviada por el encargado de negocios de la embajada saudita en el Líbano.
Inicialmente, el jefe de la Iglesia maronita había declarado que consideraba este viaje como una gran primera vez, y que lo emprendería “en dos semanas”, es decir, debía viajar hacia mediados de noviembre.
“El jefe de la Iglesia maronita- sostienen- está convencido de que ha habido presiones sobre el Primer ministro para empujarlo a presentar su renuncia”. “Si las cosas marchan como se piensa, ¿qué iremos a hacer en Arabia Saudita? ¿A bendecir las presiones ejercidas sobre el Primer ministro?”. Son las palabras que ponen en boca del jefe de la Iglesia maronita quienes han tenido la oportunidad de conocerlo.
El cardenal está indignado por el modo en que fue anunciada la renuncia y no trata de esconderlo, se asegura en el Patriarcado. “Es hora de la sagrada unión- concluye la fuente citada-. De la mayor solidaridad interna. Todos [unidos] como Líbano, así como fuimos un solo hombre junto a la comunidad chiita en 2006 [en la época de la ofensiva israelí), en estas horas relevantes, también debemos estar junto a la comunidad sunita, si su dignidad ha sido ofendida”.
Efecto boomerang
En el campo político, abunda la sorpresa por cómo se ha desarrollado el caso, y se teme que haya un efecto boomerang, del cual el único en beneficiarse sería el enemigo que se trata de combatir. La rudeza de la que ha dado prueba Arabia Saudita suscita hostilidad incluso en aquellos sectores que se suponen sus aliados.
“Anunciar la presentación de la renuncia del primer ministro libanés en Riad, del modo en que se hizo, es el colmo de la incapacidad política”, ha escrito en un editorial Michel Touma, jefe de redacción del diario libanés L’Orient Le Jour. Por otro lado, el periodista evidencia que “el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah – que reconoce ser tributario de las decisiones iraníes en lo que compete a decisiones estratégicas- ha tenido el juego fácil al sacar partido de la situación y subrayar insistentemente que la presentación de la renuncia le fue impuesta a Hariri, y que el comunicado que leyó el Primer ministro es obra de los sauditas”.
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04