La crisis de la Justicia reaviva el liderazgo de Gantz. Y hunde a Netanyahu
Las protestas en las calles minan el consenso de la opinión pública hacia el gobierno. Dos sondeos muestran una pérdida de votos (y escaños) en el oficialismo, que solo lograría obtener 53 de los 120 escaños de la Knesset. Entre los líderes, el general Gantz logra un 37% de aprobación frente al 30% del primer ministro en funciones. El otro líder de la oposición, Lapid, también pierde apoyo. Nuevamente, Biden le cierra las puertas de la Casa Blanca a Bibi, quien responde irritado.
Jerusalén (AsiaNews) – Se duplica el apoyo de la opinión pública al líder de la oposición Benny Gantz. Por otro lado, indica que el primer ministro Benjamín Netanyahu perderá la mayoría en el Parlamento y no podrá formar gobierno. En la Knesset, la coalición gobernante no alcanzaría el umbral de los 60 escaños más uno (sobre un total de 120) para poder gobernar.
El terremoto político sobrevino tras la polémica reforma de la justicia impulsada por el actual ejecutivo y ahora "congelada" hasta después de la Pascua judía. Contra ella salieron a manifestarse cientos de miles de israelíes, a lo que se suma un rotundo rechazo de la judicatura, el ejército y los reservistas. La reforma también afecta –aunque quizás momentáneamente- el consenso en torno a la dirigencia actual y ha creado una grieta al otro lado del Atlántico: el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado que no está prevista "al menos a corto plazo" una invitación del Primer Ministro israelí a la Casa Blanca.Los observadores que siguen de cerca los asuntos israelíes ahora se centran en Benny Gantz, el ex jefe del Estado Mayor del ejército, líder del partido Azul Blanco (centrista) y ex presidente de la Knesset, ministro de Defensa y primer ministro suplente de Yair Lapid. Frente a un líder de la oposición indefenso, el general se beneficia de la crisis desencadenada por la reforma, fuertemente deseada por la extrema derecha religiosa y contra la que se ha alineado la mayor parte de la población.
Dos encuestas diferentes (Channel 12 - Kan News) publicadas en los últimos días muestran que Gantz y su partido casi han "duplicado" las cifras de aprobación entre los votantes. El Likud del primer ministro Netanyahu se desplomaría: de los 32 escaños actuales obtendría 25, y la coalición gubernamental en su conjunto estaría muy por debajo de 60, entre 53 y 54. El apoyo a Lapid también se reduciría, de 24 a 22 escaños. El ganador por el momento es Gantz y el partido Unidad Nacional, que obtendría 23 escaños (según Channel 12) o al menos 21 (Kan News) frente a los 12 que ocupa hoy.
El ex jefe del Ejército parece ser un claro vencedor en la pulseada con otros líderes. A la pregunta (de Kan News)sobre quién debería dirigir el país en la actualidad, si se optara entre Netanyahu y Lapid, el premier cuenta con el 31% de aprobación y el segundo con un 32%. La diferencia es mucho mayor en el desafío entre Netanyahu y Gantz, ya que el primero cuenta con el 30% de los apoyos, mientras que el líder centrista trepa al 37%.
El 63% de los encuestados -incluido el 60% de los votantes del Likud- aprueban la decisión de "congelar" la reforma y proceder a nuevas negociaciones entre las partes, tal como había solicitado el Presidente de la República, Isaac Herzog. Sólo el 24% de los encuestados se opone a la pausa y considera que la reforma debiera aprobarse de inmediato y con la estructura actual. Frente a la misma pregunta, las cifras de los encuestados de Kan son del 62% frente al 22%. Por último, el 68% de los votantes rechaza la gestión del actual primer ministro. Sólo el 25% salva a Netanyahu, que también fue criticado (63%, con un 58% entre los votantes del Likud) por su decisión de destituir al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por oponerse a la reforma.
La pausa genera descontento en el ala dura del Gobierno, encabezada por el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quienes presionan para que la reforma se apruebe a la brevedad. Para evitar una crisis de gobierno, el propio Netanyahu ha anunciado la creación de una "guardia nacional" que reportaría al líder de Poder Judío. El riesgo es que la fuerza acabe convirtiéndose en una "milicia privada", tal como la calificó el ex jefe de policía Moshé Karadi, al criticar la decisión. En un segundo plano, otras voces opositoras a la reforma son los reservistas, el ejército y los magistrados, lo que demuestra que la crisis podría agudizarse más y poner en riesgo la seguridad de Israel.
El enfrentamiento en torno a la reforma de la justicia también repercute en el plano internacional: una vez más, el presidente estadounidense le cerró a Netanyahu las puertas de la Casa Blanca. El abrazo mortal de Bibi con la derecha religiosa podría hacerle perder el apoyo de la comunidad judía estadounidense -con su peso, influencia y poder económico. Desde hace más de cuatro meses, el premier israelí espera una invitación de Washington, algo bastante inédito. Y las palabras de Joe Biden no muestran una apertura. Los medios de comunicación citaron los dichos del mandatario estadounidense: "Al igual que muchos firmes partidarios de Israel, estoy muy preocupado. Esperemos que el primer ministro actúe para llegar a un acuerdo real, pero eso aún está por verse”. Al mismo tiempo, descartó una visita "a corto plazo". La réplica de Netanyahu no se hizo esperar: "no aceptamos presiones, ni siquiera de nuestros amigos", dijo. Por su parte, Ben Gvir reiteró que Israel "no es una estrella" de la bandera estadounidense.
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