La condena de Sokolovskij y el delito de ateísmo
El joven fue condenado a 3 años y medio de prisión por haber ofendido lo sentimientos religiosos. Jugó a Pokemon Go en una iglesia y se declaró ateo. La polémica de Valdimir Pozner, conocido conductor televisivo. Una ley del año 2013 (después del episodio de las Pussy Riots) da valor penal a las ofensas contra los sentimientos religiosos de los creyentes. La vergüenza de la Iglesia ortodoxa.
Moscú (AsiaNews)- Llama mucho la atención la cuestión de un joven bloguero, Ruslan Sokolovskij, arrestado el año pasado porque jugaba a “Pokemon Go” en la iglesia sobre la Sangre de Ekaterineburg, erigida en memoria del zar- mártir, Nicolás II y de su familia, asesinados en esta ciudad por los bolcheviques en julio de 1918. El pasado 11 de mayo Sokolovskij fue condenado a 3 años y medio de reclusión “por haber ofendido los sentimientos religiosos de la población”.
Como reacción a esta sentencia, el 15 de mayo intervino uno de los más famosos periodistas rusos, el conductor de talk-show televisivos, Vladimir Pozner. Hablando en directa en su programa de la noche, que se llama “Pozner”, en el primer canal de la televisión rusa, él lanzó un pedido provocativo: “Queridos espectadores, considero necesario advertiros que podría ser llamado por un tribunal y condenado a un período de reclusión. Se trata de una circunstancia imprevisible para mí como para vosotros, por los cual permítanme explicarlo. Como todos sabéis, yo soy ateo y por lo tanto considero que Dios no exista. No por esto voy por todas partes gritando “No existe, no existe”, pero no escondo mis convicciones. Quisiera por esto tener que dar explicaciones exhaustivas: declarando mis convicciones, ¿yo violo el Código penal? ¿Quizás el patriarca Kirill me dirá que estoy ofendiendo los sentimientos de las personas? O el presidente de la Corte Constitucional me aclarará si tengo derecho de pensar en este modo y ¿hablar como estoy hablando?”. Pozner, dirigiéndose también la presidente Putin, le puso la cuestión si la condena eventual pueda involucrar la misma falta de fe en Dios.
En un comunicado de prensa, los miembros de la Corte Constitucional han declarado que no pueden reaccionar públicamente a las preguntas de Pozner, en cuanto para cada petición hay un procedimiento que hay que seguir según la ley. En realidad, la provocación del periodista se refería a las motivaciones de la condena de Sokolovskij, basada no sólo en el haberse permitido de jugar en una iglesia al Pokemon Go, sino por haber pronunciado expresiones injuriosas contra Jesús y Mahoma, afirmando que no creía en la historicidad de sus existencias y en general “negando la existencia de Dios”. Pozner decidió exponerse sobre todo cuando la cuestión fue debatida por los diputados de la Duma de Estado, donde algunos diputados habrían sostenido que la simple declaración de ateísmo sería ya una violación de la ley.
En realidad, la polémica del más famoso conductor televisivo de Rusia, se remonta a un debate en curso desde hace algunos años, más precisamente desde junio de 2013, cuando la Duma aprobó las nuevas normas que atribuyen valor penal al delito de ofensa de los sentimientos religiosos de los creyentes, bajo la directa inspiración de la Iglesia ortodoxa. Entonces muchos observan que tales normas habrían podido abrir camino a formas de persecución y limitación de la libertad de conciencia, del cual el caso Sokolovskij sería un claro ejemplo.
Las reacciones de la dirigencia de la Iglesia ortodoxa, por otro lado, van en el sentido de la negación de cualquier presión eclesiástica sobre los jueces. El vicepresidente del Departamento Sinodal para las relaciones de la Iglesia con los medios, Vakhtang Kipshidze, comentó las declaraciones de Pozner observando que “si una persona sostiene que tiene convicciones ateas, esto no ofende los sentimientos de nadie” y que la obligatoria condena de Sokolovskij no se debe a sus convicciones, sino a las expresiones injuriosas por él utilizadas. “Se trata de respetar la dignidad de las personas, no de perseguir la pertenencia a una u otra visión del mundo”, subrayó Kipshidze, “ya sean los creyentes como los no creyentes tienen igual dignidad, porque todos son creados a imagen y semejanza de Dios”.
Es evidente el malestar de los representantes de la Iglesia Ortodoxa, que desearon intensamente la ley que hoy castiga severamente al joven provocador, imitador de aquellas de Pussy Riot y que en el año 2012 pusieron en ridículo las relaciones entre la Iglesia y el poder actual en el país. La ley de 2013 fue la consecuencia de aquel evento, en el cual la excesiva severidad en el condenar terminó en volverse contra las mismas autoridades judiciales y eclesiásticas, juzgadas oscurantistas e iliberales. La obstinación contra los jueguitos y las malas palabras del veinteañero Ruslan arriesgan hoy empeñar aún más la imagen de los dirigentes del régimen de Putin, con fuertes recaídas también en aquella de la Iglesia y su Patriarca.
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