La comunidad internacional quiere un acuerdo con los talibanes
Estados Unidos, Europa, Rusia y China se mueven en esta dirección. Moscú y Beijing están dispuestos a dialogar si los islamistas afganos renuncian a colaborar con los grupos más extremistas. Turquía está preocupada por la posible ola de refugiados.
Moscú (AsiaNews) - En los últimos días, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó su preocupación por la escalada de enfrentamientos en Afganistán. El Ministerio de Asuntos Exteriores afgano cree que es necesaria una convocatoria extraordinaria del Consejo "para evaluar la situación en el país y evitar una catástrofe humanitaria, desatada por la violencia de los talibanes”.
Las fuerzas armadas de Kabul aún cuentan con el apoyo de los soldados estadounidenses y en los últimos días han librado intensos combates con las milicias talibanes. En los próximos días, se celebraría una reunión en Qatar entre representantes de Washington y los talibanes para tratar el asunto. Según el enviado de la Casa Blanca a Afganistán, Zalmay Khalilzad, se tratará de "una inminente reunión internacional para la resolución pacífica del conflicto", en la que se espera la participación de Pakistán, China y la Federación Rusa. La cumbre también fue confirmada por el representante ruso en Kabul, Zamir Kabulov.
Según el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, "los talibanes son gente razonable y han prometido librar una lucha sin cuartel contra los terroristas del Isis". Al participar en un seminario web sobre la política exterior de Moscú, Lavrov recordó la visita de la delegación talibán a Moscú a principios de julio. En esa ocasión, los representantes del grupo islamista afgano aseguraron que no querían desestabilizar la región de Asia Central y que estaban dispuestos a evaluar la futura estructura política del país con todos los afganos.
El gobierno de Kabul intenta mostrar optimismo. Presume de algunas victorias en enfrentamientos con los talibanes y de la muerte de más de 300 combatientes. En este momento, el epicentro del conflicto es la provincia de Helmand, donde se encuentran las mayores plantaciones de opio del país. El subdirector de la oficina de prensa del Ministerio de Defensa afgano, Favad Aman, subrayó que las fuerzas del gobierno cuentan con el apoyo de la Fuerza Aérea estadounidense para atacar las posiciones de los talibanes.
Independientemente del resultado del conflicto, una de las cuestiones más intrincadas sigue siendo el destino de los numerosos afganos que han colaborado con Estados Unidos. Un tema que pasará a ser prioritario tras la retirada completa de los soldados estadounidenses en septiembre. Según Bild, esto ya fue abordado en los últimos días en Doha, durante una reunión secreta entre los talibanes y los diplomáticos alemanes. Jasper Wiek, representante especial de Berlín para Afganistán y Pakistán, habría encabezado la delegación alemana; por parte de los talibanes, habría asistido el mulá Abdul Hak Vasik, que mantiene desde hace tiempo relaciones con las potencias europeas. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán confirmó la reunión, y dijo que un miembro del gobierno afgano estuvo presente en Doha.
Los occidentales solo reconocerían un posible cambio de régimen en Afganistán a condición de un acuerdo con los talibanes. China mantiene una posición más matizada: según el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, Beijing se daría por satisfecho si los talibanes se negaran a cooperar con las organizaciones más extremistas, como el Movimiento Islámico del Turquestán Uigur (antiguo ETIM). En la práctica, los chinos están en la misma posición que los rusos, y los talibanes ya han dejado claro que están dispuestos a colaborar con Beijing.
Los afganos que han colaborado con Estados Unidos y la OTAN son las víctimas declaradas del futuro escenario de Afganistán, y siguen aferrándose a las promesas genéricas de obtener la nacionalidad estadounidense o europea. Los demás Estados de Asia Central no están dispuestos a aceptarlos, para evitar posibles conflictos con las autoridades afganas, cualquiera sea ésta después del conflicto. Turquía ya ha advertido que no está preparada para recibir una nueva ola de refugiados. Según declaró el ministro del Interior, Suleyman Soylu, Ankara está decidida a concluir la construcción de un muro en la frontera con Irán, en parte para evitar la llegada de refugiados afganos: desde principios de año, según Soylu, más de 250.000 han intentado entrar en territorio turco, pero fueron rechazados.
29/01/2019 14:41
25/05/2020 11:14
02/09/2021 09:48
24/09/2021 15:08