La alianza árabe-kurda arranca al ISIS la localidad de Tabqa y el dique. Se aproxima la ofensiva contra Raqqa

La toma se logró tras semanas de intensos combates. Los yihadistas utilizaron francotiradores y kamikazes para defender el territorio. Queda abierta una nueva vía para el ataque final al bastión del Califato. Ankara está enfurecida por la decisión de Washington de armar a los grupos de combatientes kurdos en Siria. Alta tensión en la vigila de la cumbre entre Trump y Erdogan.

Damasco (AsiaNews/Agencias) – La alianza árabe-kurda que combate contra el Estado islámico (EI) ha anunciado la reconquista de una pequeña ciudad de importancia estratégica, que hasta ahora estuvo bajo el control de las milicias yihadistas. Las fuerzas democráticas sirias (SDF) habrían liberado la ciudad de Tabqa “por completo”, así como el dique cercano situado a unos 40 km al este de Raqqa, bastión del “Califato” en Siria.

La localidad de Tabqa y el dique cercano, que se levanta sobre el río Éufrates, se encuentran en la gobernación de Raqqa, en la región centro-norte de Siria. Los combates en el área comenzaron a fines de marzo y en varias oportunidades se impulsó la noticia de la “toma del dique de Tabqa” por parte de las fuerzas kurdas.

En estas horas, los voceros militares kurdo-sirios están documentando a través de fotografías y videos la presencia de los milicianos kurdos en las instalaciones del lugar.

Analistas y expertos resaltan que la victoria militar abre una nueva vía para el asedio a Raqqa, objetivo final del avance de las fuerzas árabe-kurdas. Los militares han tenido que vencer la feroz resistencia opuesta por los yihadistas, que se valieron de francotiradores y kamikazes para defender el territorio.

El asedio presentaba no pocos riesgos, porque eventuales daños al dique habrían causado la inundación de una vasta área en la región. Talal Sello, portavoz de las SDF, precisó, por último, que “están en curso operaciones conjuntas” orientadas a restablecer la seguridad en la ciudad.

El suceso militar de la coalición árabe-kurda llega pocas horas después del anuncio de la administración americana, que tiene intenciones de proporcionar nuevas armas a los combatientes kurdos de la Unidad de Protección Popular (YPG) comprometidos en la lucha contra el ISIS. La decisión tomada por Washington ha hecho enfurecer a Ankara, la cual da a los combatientes kurdos el mismo trato que a terroristas.

La cuestión corre el riesgo de agudizar aún más las relaciones entre la Casa Blanca y el aliado turco en el seno de la OTAN, a menos de una semana de la visita oficial del presidente Recep Tayyip Erdogan a los Estados Unidos. En el marco del viaje, está previsto un encuentro cara a cara entre el líder turco y el homólogo de los EEUU Donald Trump.

Para Washington, las unidades de combatientes kurdos representan un aliado estratégico en la lucha contra el Estado islámico en Siria. De acuerdo a los planes americanos, justamente las fuerzas kurdas se contarán entre las primeras en atacar el bastión yihadista cuando se produzca el asalto final para la reconquista de Raqqa.

Por el contrario, Ankara considera que el grupo es la rama siria del Partido kurdo de los trabajadores (PKK), que desde 1984 promueve una insurrección armada cuya finalidad es la creación de una entidad autónoma kurda en la región actualmente comprendida entre Turquía, Siria e Irak. Nurettin Canikli, vice Primer Ministro turco, subraya que “la provisión de armas al YPG resulta inaceptable”, que esta política “no beneficiará a nadie” y que esperan que la misma “sea corregida”.

Turquía aloja a cerca de 14 millones de kurdos. Ankara teme que, con el multiplicarse de territorios autónomos kurdos en Siria e Irak, se puede llegar a una secesión de la zona kurda en el sudeste del país.