La Waterloo de Xi Jinping
La autosuficiencia que invoca Xi se contrapesa con el llamado de la oposición a un nuevo tipo de relaciones internacionales. Frenar el conflicto con Taiwán; trabajar por la prosperidad de Hong Kong. El mundo se volverá cada vez más anticomunista. Una reflexión del "padre de la democracia" en China, actualmente exiliado en Estados Unidos.
Washington (AsiaNews) - Acaba de terminar el V Pleno del 19º Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh). Los medios de comunicación de Hong Kong y Taiwán se han sentido decepcionados porque no han encontrado un sucesor para Xi Jinping. Pero una declaración de este tipo habría llevado a la gente a depositar sus esperanzas en un objetivo falso, ignorando así las verdaderas preocupaciones.
Entonces, ¿cuáles son las verdaderas preocupaciones? En este momento la atención de Xi se centra en la recesión económica. Su contramedida sería la autosuficiencia económica: "Podemos vivir bien incluso sin ti, Estados Unidos".
En la declaración final del Pleno, la oposición a Xi en el PCCh tuvo peso suficiente para introducir esta frase: "Debemos crear un nuevo tipo de relaciones internacionales, un doble ciclo de relaciones internas y externas". Las otras expresiones son solo adornos. Este es un contraataque efectivo al estilo brutal del presidente chino y a la posibilidad de un retorno a la economía planificada.
¿Qué otras preocupaciones tiene Xi? La diplomacia de los "guerreros lobo" (una generación de diplomáticos chinos mucho más agresivos que en el pasado), con actitudes duras contra Estados Unidos y Taiwán. Afirmando la necesidad de dar vida a un nuevo modelo de relaciones internacionales y declarando su intención de promover las relaciones entre los dos lados del Estrecho de Taiwán y la reunificación pacífica con la isla, el Comité Central le ha dado una bofetada a Xi. Si bien puede parecer de poco valor, esta toma de posición puede servir como freno para más de una década de amenazas a Taipei.
Xi realmente pensaba que una guerra contra Taiwán, que goza de la protección de Estados Unidos, se podía ganar con facilidad. Con sus amenazas, el presidente ha llevado las relaciones con la isla a una situación de "cuasi conflicto". Incluso algunos generales chinos extremistas se vieron obligados a decir la verdad: esa carta no se debe jugar, de lo contrario la batalla terminará en derrota. Y no solo será un desastre para el régimen comunista, sino también para el pueblo chino y taiwanés.
El lenguaje sobre la política a seguir con Hong Kong también ha cambiado, dado el énfasis que se pone en la necesidad de garantizar la prosperidad de la antigua colonia británica. Este es un enfoque diferente al de Xi, quien ordenó una fuerte represión de la ciudad, y puede estar relacionado con el reciente regreso al escenario del ex primer ministro Zhu Rongji y el actual vicepresidente Wang Qishan.
Sin embargo, la afirmación sigue siendo vaga. Si la represión continúa y conduce a la abolición del sistema legal y las libertades de Hong Kong, entonces la referencia a “conservar la prosperidad" resultará ser una tontería. En el caso de que Estados Unidos y Europa ya no le concedan un trato especial a la ciudad, ¿qué se puede hacer para restaurar la prosperidad? ¿Usar Shenzhen para reemplazar a Hong Kong? ¿Cómo se puede llevar a la práctica? Esto es solo una fantasía al estilo de Mao Zedong, sin contacto con la realidad.
El resto de las declaraciones del comunicado del Pleno son clichés y tonterías sobre las que la mayoría de los miembros del Partido no tienen nada que objetar. Es como dice Cai Xia, ex profesora de la Escuela Central del PCCh: "Sin quitarle el cascarón al Partido, no puede haber una verdadera reforma". ¿Las pequeñas reparaciones pueden salvar al régimen de la decadencia? Obviamente no.
Como dice el refrán, es más fácil aprender lo malo que lo bueno. En los últimos años, la diplomacia de los lobos guerreros de Xi ha llevado la reputación y credibilidad del PCCh a un punto muy bajo. Los amigos de China en el extranjero no tienen muy buena opinión del PCCh. El anticomunismo es la nueva posición políticamente correcta en Estados Unidos y pronto se difundirá al resto del mundo. Incluso con Joe Biden en la presidencia, Washington no volverá a la anterior política de "apaciguamiento" (pacificación).
El freno a la locura sin sentido de Xi y el regreso a una política de paz realista y sobria es el único resultado positivo del 5°Pleno. Se ha evitado así un desastre irreversible. Se puede decir que fue el triunfo de una oposición débil en el seno del PCCh: la Waterloo del camarada Xi.
12/11/2021 13:40
15/10/2020 13:46
09/11/2020 16:16