La Vang, más de 100.000 peregrinos fueron al santuario de las apariciones

de Huong Duong

En aquellos bosques, la Virgen se apareció por primera vez en 1798, para brindar consuelo a los católicos que estaban siendo perseguidos por el rey. Mons. Dominic Nguyễn Văn Mạnh, obispo auxiliar de Đà Lạt: “Aquí nos encontramos con María de un modo más especial, porque Ella ha prometido: “Quien venga a este lugar a implorarme, será escuchado”. La devoción de los vietnamitas por la Virgen.

Hanói (AsiaNews) – Más de 100.000 personas han participado en la 31ra edición de la peregrinación al santuario de Nuestra Señora de La Vang, organizada por la arquidiócesis de Huế (provincia central de Thừa Thiên Huế) del 13 al 18 de agosto. La manifestación, cuyo tema ha sido “Vivir con el espíritu del mensaje de Fátima” también contó con la participación de numerosas personas que no profesan el catolicismo.

Cada año, la Iglesia vietnamita celebra las apariciones de Nuestra Señora que tuvieron lugar hace más de dos siglos en los bosques de “Cây Lá Vằng” (Los árboles de La Vang), en la provincia de Quảng Trị (territorio de la arquidiócesis de Huế). En su vida de fe, los vietnamitas son muy devotos de María y suelen recitar el Rosario con frecuencia. La Madre de Dios representa el amor maternal hacia los pobres, los afligidos y los miserables. Este año se cumple el centésimo aniversario de las apariciones de la Virgen en el pueblo portugués de Fátima. De este modo, ambos aniversarios han sido unidos.

A fines del siglo XVIII, un edicto real proscribió el catolicismo en todo Vietnam, dando comienzo a feroces persecuciones contra los fieles. La Virgen María apareció por primera vez en 1798, para ofrecer su consuelo a un grupo de católicos vietnamitas que, al escaparse, se habían refugiado en el bosque. Luego de esto, el lugar se convirtió en una importante meta de peregrinación y allí se construyó un santuario mariano.

El 14 de agosto pasado, Mons. Dominic Nguyễn Văn Mạnh, nuevo obispo auxiliar de la diócesis de Đà Lạt, se reunió con más de 1000 jóvenes en el santuario de La Vang, para celebrar un encuentro al cumplirse el centenario de Fátima. El prelado dijo: “Hoy venimos hasta la Virgen de La Vang. No somos como los turistas, que vienen aquí para descubrir cosas nuevas y para satisfacer su curiosidad. Cuando se viene en peregrinación y se llega hasta al Sacro Santuario de La Vang, cada uno de nosotros ha de pensar y reflexionar sobre las recomendaciones de Nuestra Señora. Quien nos ha instruido hace 200 años, al igual que ha hecho en Fátima 100 años atrás”.

La Sra. A Lir, de la parroquia de Đăk Mút (diócesis de Kontum), al conversar con un sitio católico local, afirmó: “Nuestro grupo llegó ayer al santuario de La Vang. Tratamos de buscar un reparo para protegernos de la lluvia y de los rayos. Todos estamos muy felices. Esta es la primera vez que vengo a La Vang. Lo único que quisiera es que mis hijos puedan seguir a Jesús”.

Joseph, un feligrés de la parroquia de Gia Hưng, de la diócesis de Vinh, cuenta: “Tengo cinco hijos. Mi esposa está enferma. Quería venir a La Vang, pero no he podido. No tengo dinero para hospedarme en un motel, en una residencia o en un hotel. Sin embargo, las personas pobres pueden permanecer en la zona que rodea la plaza. Vine para la peregrinación, y dormir en el suelo no es más que un pequeño sacrificio. Cuando vengo aquí, ruego a Nuestra Señora. De esta manera o de otra, estoy seguro de que la Virgen traerá un montón de bendiciones a mi familia, a mis hijos y a mi mujer”.

Mons. Dominic Nguyễn Văn Mạnh ha exhortado a los presentes: “Estamos aquí, ante todo, para encontrarnos con la Virgen, para unirnos a los peregrinos, para alabar y glorificar a la Virgen en ocasión de la 31ra peregrinación de La Vang. Sabemos que Nuestra Señora de La Vang siempre está presente y nos acompaña. Aquí nos encontramos con ella de un modo más especial, porque en este lugar Ella ha prometido: ‘Hijos míos, lo que me habéis pedido, yo os lo he concedido, y, de ahora en más, quien venga a este lugar a implorarme, será escuchado”.

El culto a Nuestra Señora de La Vang está difundido no sólo entre los católicos, sino también entre fieles de otras religiones, como es el caso de los budistas y protestantes, que ruegan a la Virgen para obtener gracias especiales.