La UE frena el acuerdo de inversiones y pone límites a las empresas estatales chinas
No están dadas las condiciones políticas para seguir adelante con la ratificación del acuerdo. Se propone una nueva legislación contra los inversores estatales (chinos). La Unión quiere reducir la dependencia de las importaciones chinas en sectores clave. Se espera una respuesta de China y de los gobiernos europeos que apoyan a dicho país.
Bruselas (AsiaNews) – Se suspende la ratificación del acuerdo sobre inversiones; además, se propone una nueva legislación contra los inversores extranjeros subvencionados por el propio Estado; se revisará la estrategia industrial para reducir la dependencia de las importaciones en ciertos sectores estratégicos. En los últimos dos días, la Unión Europea ha dado tres señales claras a China, a través de estas medidas.
Las relaciones entre Europa y Beijing se han tensado desde el mes de marzo, cuando el Viejo Continente decidió imponer sanciones a los funcionarios chinos presuntamente responsables de violaciones de los derechos humanos en Xinjiang. En represalia, el gigante asiático estableció medidas contra diputados, académicos e instituciones europeas.
Según explicó Valdis Dombrovskis, Comisario Europeo responsable del área de Comercio, actualmente no están dadas las condiciones políticas para seguir adelante con la ratificación del acuerdo de inversiones con China. Por iniciativa de Alemania y Francia, ambas partes habían llegado a un acuerdo de principio el 30 de diciembre de 2020. Sin embargo, el acuerdo se topó con la oposición de la mayoría de los grupos del Parlamento Europeo, que tiene a su cargo la aprobación definitiva. La resistencia de los eurodiputados creció después de que Beijing anunciara contra-sanciones.
Un punto clave del borrador del acuerdo es el establecimiento de límites para las subvenciones estatales chinas a sus industrias. Según la UE, estas subvenciones distorsionan el mercado y perjudican a las empresas europeas. Con el nuevo proyecto de ley, las instituciones europeas han decidido resolver unilateralmente el asunto. En el futuro, la Comisión Europea podrá investigar -y eventualmente bloquear- las inversiones extranjeras en empresas europeas cuyos beneficios superen los 500 millones de euros, si éstas son realizadas por inversores que hayan recibido subvenciones estatales superiores a 50 millones de euros. Si bien la medida se aplica a cualquier empresa extranjera, el verdadero objetivo son los conglomerados gigantes del Estado chino.
La UE también tiene bajo su mira las importaciones de materias primas (especialmente tierras raras) y productos farmacéuticos procedentes de China. En estos dos sectores hay 34 productos que la Unión se ve obligada a importar: la mitad son de origen chino. La nueva política industrial pretende reducir esta dependencia.
"Todo se reduce a la necesidad de competir en igualdad de condiciones, sólo que esta vez en suelo europeo [y no en China]", explica a AsiaNews Joerg Wuttke, presidente de la Cámara de Comercio de la UE en China. Sostiene que la nueva legislación tiene buenos elementos, especialmente el hecho de que la Comisión Europea será la única responsable de su aplicación. Según Wuttke, el instrumento que ha puesto en marcha la UE no será proteccionista: "Se prevén umbrales elevados para intervenir contra aquellos inversores extranjeros que son ayudados por su propio Estado. Es una forma de acorralar los efectos más perturbadores de las subvenciones públicas".
Varios analistas señalan que, para China, el acuerdo de inversión tiene un valor más político que económico (el objetivo fundamental es debilitar el vínculo euroatlántico con los Estados Unidos). No obstante, si sus empresas estatales ven limitadas sus operaciones en Europa, China podría tomar medidas de represalia. Mucho dependerá de cómo aplique la Comisión Europea las nuevas normas, si de forma rígida o más flexible.
Luego está la variable del comportamiento de los Estados miembros a título individual. Será necesario que cooperen para que las autoridades europeas puedan controlar las actividades chinas. Los gobiernos favorables a Beijing -caso de Hungría- podrían sabotear el proceso. El mes pasado Budapest ya bloqueó una declaración conjunta en la que se condenaba la represión del movimiento democrático en Hong Kong, e impidió que se implementaran sanciones. Según el South China Morning Post, esta maniobra de obstrucción continúa vigente hasta hoy.
21/05/2021 13:52
13/07/2021 14:17