La Seguridad rusa detiene a 15 simpatizantes de los talibanes
Cuatro tayikos y un ruso están en la cárcel; los demás fueron devueltos a sus países de origen. Según el FSB, los sujetos estaban organizando ataques "contra los infieles". Junto con China y Pakistán, el Kremlin abrió un canal de diálogo con los talibanes afganos, pero podría arrepentirse.
Moscú (AsiaNews) - El 23 de septiembre el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) detuvo a 15 miembros de una asociación terrorista activa en el territorio del óblast de Sverdlovskaya, la región de Ekaterinburgo, en los Urales. Así lo informó Tass, difundiendo un comunicado de la rama local del FSB Las autoridades encarcelaron a cinco de los detenidos; los otros diez fueron expulsados de Rusia y devueltos a sus países de origen.
Los agentes de Moscú secuestraron tres kilogramos de nitroglicerina en manos de los terroristas. Los cinco detenidos, acusados de organizar atentados "contra los infieles", son cuatro ciudadanos de Tayikistán y un ruso, todos ellos partidarios del movimiento talibán. Habían establecido su escondite en la céntrica ulitsa Sverdlova de Ekaterinburgo, donde celebraban reuniones en las que propagaban la yihad según la ideología de los nuevos amos de Afganistán..
Después de que los talibanes reconquistaran Kabul, el Kremlin comenzó a temer la propagación de la ideología de los fundamentalistas afganos y posibles atentados relacionados con ella. Los terroristas pueden ingresar al país camuflados como refugiados comunes y buscar adeptos en todo el país, como parecen haber hecho los tayikos detenidos en Ekaterimburgo. No es casual que el presidente de Tayikistán, Emomali Rakhmon, insista en advertir que el nuevo gobierno talibán constituye un peligro para los Estados más implicados geográfica e históricamente con los acontecimientos afganos.
Pocos días antes de la captura de los terroristas en los Urales, los días 21 y 22 de septiembre, se celebró en Kabul una reunión entre representantes de Rusia, China y Pakistán junto con los líderes talibanes. El propósito del encuentro era discutir posiciones comunes en la lucha contra el terrorismo, tal y como anunció la oficina de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Los diplomáticos Zamir Kabulov, Yue Sayun y Mohammad Saddik se reunieron con el Primer Ministro Mohammad Hassan Akhund, el Ministro de Asuntos Exteriores Amir Khan Muttaqi y otros miembros del gobierno interino talibán.
Las cuatro partes llegaron a acuerdos "para luchar contra el terrorismo y el narcotráfico a nivel internacional". También hablaron de los derechos humanos y del desarrollo de las relaciones económicas y humanitarias, con la participación de las naciones vecinas de Afganistán. Según los rusos, "los talibanes hicieron hincapié en la relación privilegiada" con Moscú, Pekín e Islamabad. Los gobernantes afganos expresaron su deseo de intercambiar embajadores oficiales apenas se concrete el "reconocimiento del Emirato Islámico".
Los talibanes aseguraron que habían "cambiado mucho en estos 25 años". Sin embargo, a juzgar por los acontecimientos de Ekaterimburgo, la realidad no se corresponde con los dichos. Y Rusia corre el riesgo de arrepentirse amargamente de su apoyo a los antiguos y nuevos amos de Afganistán.
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