La Santa Sede adhiere a la Convención sobre el Clima y al Acuerdo de París

De esta manera, espera colaborar y apoyar los esfuerzos de los Estados para hacer frente a la cuestión medioambiental y al cambio climático. Monseñor Caccia presentó el documento ante la Secretaría General de la ONU el 6 de julio. La transición hacia un modelo de desarrollo "basado en la solidaridad y la responsabilidad".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La Santa Sede adhiere formalmente a la Convención sobre el Clima y al Acuerdo de París. En una nota publicada hoy en el boletín de la Oficina de Prensa se afirma que "la Santa Sede tiene la intención de contribuir y dar su apoyo moral a los esfuerzos de todos los Estados para cooperar [...] en una respuesta eficaz y adecuada a los desafíos que el cambio climático plantea a nuestra humanidad y a nuestra casa común". El 6 de julio, el observador permanente ante la ONU, monseñor Gabriele Giordano Caccia, presentó ante la Secretaría General de la ONU el documento con el que la Santa Sede adhiere a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En el pasado reciente, el Papa Francisco ha intervenido en varias oportunidades, destacando la importancia de las cuestiones medioambientales, un tema que requiere "honestidad, responsabilidad y coraje" en un panorama que resulta cada vez más “desesperado” para la tierra y sus pobres. "Estos desafíos", subraya el comunicado del Vaticano, "no sólo tienen una relevancia medioambiental, sino también ética, social, económica y política, ya que afectan principalmente la vida de los más pobres y frágiles". De ahí la necesidad de "promover, con un compromiso colectivo y solidario, una cultura del cuidado, que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común".

Retomando la "urgente invitación" del Papa a "renovar el diálogo sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta", la declaración recuerda la "necesidad" que también aparece subrayada en Laudato si' "de una confrontación que nos una a todos, porque el desafío medioambiental que estamos viviendo, y sus raíces humanas, nos conciernen y nos afectan a todos".

Continuando con la cita de la encíclica papal dedicada al medio ambiente, la Santa Sede "espera que la Convención y el Acuerdo de París puedan ayudar a promover una fuerte convergencia de todos" para "iniciar, con decisión y convicción, un cambio de rumbo capaz de pasar de la 'cultura del descarte' que prevalece en nuestra sociedad a una 'cultura del cuidado' de nuestra casa común y de quienes viven o vivirán en ella".

"La humanidad", concluye el documento, "tiene los medios para afrontar esta transformación, que requiere una verdadera conversión -individual pero también comunitaria- y la voluntad decisiva de emprender este camino". Se trata de la transición hacia un modelo de desarrollo más integral y completo, basado en la solidaridad y la responsabilidad: dos valores fundamentales que deben sustentar la "aplicación" de los convenios, acuerdos y esfuerzos en el ámbito climático.