La Kansai University dice no al gobierno: No haremos investigaciones con finalidades militares

La institución privada prohibió a sus propios investigadores incrivirse al programa del ministerio de defensa que prevé estudios tecnológicos en ámbito pacífico y militar: “Todo esto podría ser usado contra la humanidad sin el bienestar de los científicos”.

Tokio (AsiaNews/Agencias)- La Kansai University, institución privada con sede en la prefectura de Osaka, prohibió a los miembros del propio equipo participar en el programa del ministerio de Defensa para el “desarrollo tecnológico de la seguridad nacional”. El presidente de la universidad justificó la decisión diciendo que “la investigación puede ser usada contra la paz, sin que los científicos lo sepan”.

En 2015 el ministerio de Defensa japonés inauguró un proyecto de financiación para el uso militar y pacífico de la tecnología. Este prevé la utilización de investigadores universitarios, de instituciones estatales y privadas, que pueden recibir hasta 262 mil dólares por año para los proyectos trienales. Hasta ahora hay 19 inscripciones para los años fiscales 2015 y 2016.

El rechazo de la Kansai University llegó el 7 de diciembre pasado. El presidente de la institución afirmó que “es responsabilidad de los investigadores saber dónde conducir sus propias investigaciones” y que los estándar éticos de la universidad no están de acuerdo con “estudios que violan la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales o que pongan en riesgo la paz y el bienestar de la humanidad”.

Toshihide Maskawa, premio Nobel por la física, afirma: “tengo la sensación que la distancia entre el reino de la investigación y la militar se está poco a poco colmando. Espero que la declaración de la Kansai sea un ejemplo para otras instituciones”. En octubre 2015, la universidad de Niigata había tomado una decisión similar, actualizando el código de conducta de los científicos e impidiendo a ellos “conducir investigaciones que puedan contribuir a la esfera militar”. También la universidad de Hiroshima decidió no inscribirse al programa del ministerio.

La disputa entre gobierno e instituciones académicas se coloca en el debate sobre la revisión de la Constitución deseado por el Premier Shinzo Abe y aprobada por el gobierno el año pasado. Desde que terminó la II Guerra mundial, el sector militar japonés fue limitado por la Constitución- pacifista y escrita bajo el protectorado americano-que establecía claramente en el Art. 9 la “no agresividad” de sus propios soldados. Ahora Tokio quiere dotarse de un ejército de agresión, pero la decisión es hostilizada por parte de la sociedad civil.