La Junta Militar condena el reconocimiento del gobierno en la sombra

Los militares birmanos criticaron a las Naciones Unidas por apoyar al Gobierno de Unidad Nacional, actualmente en el exilio. Las organizaciones internacionales aún no han conseguido recaudar ni la mitad de los fondos necesarios para hacer frente a la crisis humanitaria en Myanmar.

Rangún (AsiaNews) - La junta militar de Myanmar criticó a las Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales por apoyar al Gobierno de Unidad Nacional (GUN) y a su comité parlamentario (Committee Representing Pyidaungsu Hluttaw, CRPH). En tanto, la ONU no logra recaudar los fondos necesarios para hacer frente a la emergencia humanitaria en el país, en un contexto en el que la crisis sanitaria y económica se conjuga con los enfrentamientos entre el ejército birmano y las milicias étnicas.

La junta militar, encabezada por el general Min Aung Hlaing, tomó el control del país el primero de febrero. Por medio de un golpe de Estado, destituyó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND).

Desde su formación en abril, el gobierno en la sombra, formado por diputados de la LND en el exilio, ha estado presionando a la comunidad internacional para que se lo reconozca como el único gobierno legítimo de Myanmar. Hace pocos días, el Parlamento Europeo votó a favor del reconocimiento del GUN y el CRPH, dos organizaciones a las que el Tatmadaw (el ejército birmano) ha tachado de terroristas. El ministro de Asuntos Exteriores de la Junta Militar dijo que el reconocimiento internacional y el establecimiento de oficinas de GUN en el extranjero podrían fomentar el terrorismo en el país y obstaculizar los esfuerzos para crear una democracia multipartidista en Myanmar. En las últimas semanas, el Senado francés aprobó por unanimidad el reconocimiento del gobierno civil, y el GUN abrió oficinas de representación en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, República Checa, Australia y Corea del Sur.

El GUN también goza de un amplio apoyo en su país. En septiembre llamó a la población civil a rebelarse contra la Junta militar. Desde que difundió este llamamiento, los enfrentamientos entre el Tatmadaw y las milicias étnicas de Myanmar se han intensificado.

En declaraciones al Financial Times, el coordinador permanente de la ONU para Myanmar, Andrew Kirkwood dijo que la organización internacional había conseguido recaudar menos de la mitad de los 332 millones de euros necesarios para hacer frente a la emergencia que atraviesa el país. Se calcula que en Myanmar hay 215.000 personas desplazadas como consecuencia de la violencia. El número de birmanos que necesitan ayuda humanitaria aumentó, pasando de 1 a 3 millones, ya que los precios de los alimentos y el combustible se han disparado debido a la crisis económica posterior al golpe.

Por otro lado, el Consejo Asesor Especial para Myanmar, formado por un grupo de expertos independientes, afirma que la ONU está "al borde de otro colapso". "La ONU necesita una estrategia adecuada para interactuar con la Junta militar birmana, teniendo en cuenta lo que es: un actor armado que emplea el terrorismo, no un gobierno", afirmó el grupo, cofundado por Yanghee Lee, ex relatora especial de la ONU en cuestiones sobre Myanmar.