La India potencia naval: la lucha contra la piratería y el desafío a China
Delhi ha desplegado una docena de buques de guerra en el Mar Arábigo y el Golfo de Adén para mostrarse "proactiva", dicen los expertos, aunque no participa en la fuerza operativa liderada por Estados Unidos contra los ataques hutíes en el Mar Rojo. La Armada ha confirmado un aumento de los casos de piratería desde principios de año, ante los cuales la India ha adoptado un enfoque agresivo. Pero el rival número uno sigue siendo Beijing.
Nueva Delhi (AsiaNews)- La India ha desplegado diez buques de guerra en el Mar Arábigo y otros dos en primera línea en el Golfo de Adén para hacer frente al aumento de la piratería. Es el mayor despliegue que la India haya organizado nunca en la región, explican algunos funcionarios indios, y que responde sólo en parte a los ataques hutíes en el Mar Rojo, donde está presente una task force liderada por Estados Unidos a la que Delhi no se ha sumado.
Según un informe de la Armada, desde el 1 de diciembre se verificaron al menos 17 intentos de secuestro de barcos y más de 250 embarcaciones han sido registradas por las fuerzas de seguridad indias, que sólo esta semana ayudaron a liberar dos buques mercantes iraníes y un pesquero de Sri Lanka que había quedado bajo el control de piratas somalíes. Algunos observadores sostienen, en efecto, que el desplazamiento de las fuerzas internacionales desde el Océano Índico hacia el Mar Rojo ha provocado un vacío de seguridad en aguas que desde hace mucho tiempo están en la mira -junto con el Mar de China Meridional- de los intereses de Beijing, que las necesita para expandir su comercio y asegurarse rutas alternativas para su suministro de energía.
El martes, la sección de la Armada británica responsable de la seguridad de las operaciones marítimas comerciales informó sobre la presencia de dos grupos de piratas que operan en el océano Índico, uno de los cuales se mueve al sur de la isla de Socotra, territorio que forma parte de Yemen. Ambos grupos podrían incluir "un buque nodriza y varias embarcaciones pequeñas", informaron las fuerzas británicas, que aconsejaron a los barcos "transitar con precaución" y reportar actividades sospechosas.
La India tiene cierta experiencia en la lucha contra la piratería, respecto de la cual ha adoptado un enfoque agresivo: "Estamos siguiendo la pista de los piratas y queremos decirles que el Océano Índico no es el lugar adecuado para dedicarse a la piratería", dijo hace pocos días el Jefe del Estado Mayor de la Marina, almirante R. Hari Kumar. Las operaciones de la India contra la piratería comenzaron en 2008. Hasta el momento, se han desplegado más de 100 barcos, siguió explicando el almirante en una conferencia de prensa, confirmando el aumento de los ataques en el mar desde comienzos de 2024.
El pico de ataques en el Océano Índico se había producido en 2011 con 237 incidentes de piratería, principalmente por parte de piratas somalíes, y recién a principios de 2023 la región finalmente se pudo calificar como segura gracias a los esfuerzos de patrullaje internacional. El 13% del comercio indio pasa por el Golfo de Adén y cientos de sus ciudadanos trabajan en los barcos mercantes, mientras que más al este, en el Mar de China Meridional, transita aproximadamente el 60% de las mercancías indias, pero aquí Delhi todavía no tiene capacidad suficiente para proyectar su poder marítimo contra China y necesita el apoyo internacional.
El acuerdo que aprobó ayer la administración Biden para vender a la India drones y otros equipos por valor de casi 4.000 millones de dólares podría tener el doble objetivo de apoyar a Delhi en las operaciones contra la piratería y al mismo tiempo consolidar la alianza entre las potencias occidentales y asiáticas que quieren contrarrestar la presencia china en el Indo-Pacífico. El 24 de enero también finalizó el ejercicio naval conjunto "Sea Dragon", que se realiza cada año con la colaboración entre Australia, India, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, todos ellos países -excepto Corea- que forman parte del foro de diálogo anti chino conocido como Quad.
Ya en noviembre, cuando comenzaron los ataques hutíes a lo largo de una ruta por la que pasa el 12% del comercio marítimo mundial, la India había enviado tres destructores lanzamisiles y aviones de reconocimiento. Una manera de mostrarse "proactiva", explicó el vicealmirante Anil Kumar Chawla, que dejó su cargo de jefe del Comando Naval Sur de la India en 2021: "No lo hacemos sólo por altruismo. No se puede aspirar a ser una potencia global sin ser una potencia marítima". La India ha dado amplia publicidad a sus operaciones navales, mostrando su deseo de asumir una mayor responsabilidad en la seguridad marítima de la región y de contrarrestar a su rival chino. “Es un mensaje para China: miren, podemos desplegar una fuerza muy grande aquí. Este es nuestro patio trasero. Aunque no nos pertenece, probablemente somos la potencia naval con mayor capacidad y responsabilidad aquí presente”, siguió diciendo Chawla.
Otros expertos también coincidieron con estas observaciones. “Los chinos están buscando cada vez más bases navales en el Océano Índico”, afirmó el teniente general DS Hooda, ex oficial militar y actual experto en estrategia. “Ante esta situación, la India no tiene más remedio que seguir construyendo las suyas”. En 2023 varios barcos chinos hicieron escala en los puertos de las Maldivas (cuyo gobierno quisiera expulsar al contingente indio allí presente) y de Sri Lanka, lo que provocó temor en Delhi y la llevó a aumentar la parte de su presupuesto de defensa (72,6 mil millones de dólares) destinada a la Armada, que pasó del 14% al 19%. El jefe de la Armada también anunció que el primer portaaviones de la India podría estar operativo a mediados de 2024.
“INDIAN MANDALA" ES EL BOLETÍN DE ASIANEWS DEDICADO A LA INDIA.¿QUIERES RECIBIRLO TODOS LOS VIERNES EN TU CORREO ELECTRÓNICO? SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER EN ESTE ENLACE