La Fiesta del Santo Niño, se celebró en medio de la pandemia (FOTO)
Imágenes inolvidables de los fieles que celebran la fiesta con distanciamiento social y en silencio. Por lo general, la fiesta reúne a millones de personas. La tradición dice que Fernando de Magallanes regaló la imagen del Santo Niño a la reina Juana, esposa del rey de Cebú. Ese gesto dio comienzo a la difusión del cristianismo en la ciudad y en todo el país. La misa presidida por el Administrador Apostólico de Manila, Mons. Broderick Pabillo, y el párroco del santuario, P. Estelito Villegas. Se celebraron 8 misas a lo largo del día, todas difundidas a través de las redes sociales
Manila (AsiaNews) - Una fiesta que suele reunir a millones de personas, este año, a causa de la pandemia, debió reducirse considerablemente. A pesar de todos los consejos de que no acudieran al santuario de Tondo, en la periferia de Manila, desde la mañana y hasta la noche cientos de filipinos hicieron fila pacientemente para entrar a la iglesia, con la esperanza de comulgar y recibir la bendición para ellos y para las estatuillas del Niño Jesús que llevaban sobre sus cabezas. Las imágenes que nos ha enviado nuestro corresponsal tienen el sabor de la fe genuina y una belleza auténtica, capaz de superar incluso este momento difícil para Manila y para todo el mundo.
Filipinas celebró la Fiesta del Santo Niño el 17 de enero. El Santo Niño es una estatuilla del Niño Jesús que originalmente trajeron al país los exploradores españoles. Debido a la pandemia de coronavirus, el gobierno de Manila concedió permiso para celebrar la fiesta en el santuario del Santo Niño de Tondo, pero observando estrictamente las medidas sanitarias de seguridad, como llevar siempre una mascarilla quirúrgica o una visera y respetar el distanciamiento social.
La devoción que los filipinos sienten por la imagen del Santo Niño es muy antigua y la fiesta es una de las más esperadas en Filipinas, porque está llena de color y alegría.
El administrador apostólico de Manila, Mons. Broderick Pabillo, inauguró las celebraciones presidiendo una misa en el santuario, a las 4 am del 17 de enero.
En su homilía, Mons. Pabillo destacó que la fe de los filipinos está centrada en Jesucristo y que el pueblo filipino ama todas las fiestas que están relacionadas con la figura de Cristo: Navidad, el Nazareno Negro, el Sagrado Corazón de Jesús, la fiesta de la Divina Misericordia, la semana Santa y la Fiesta del Niño Jesús.
También señaló la importancia del Santo Niño, uno de los primeros objetos de devoción en el país, cuando se están celebrando los 500 años del cristianismo bajo el lema “Gifted to Give" (Mt 10,8). La imagen del Santo Niño es un emblema del cristianismo en Filipinas. Históricamente se sabe que Fernando de Magallanes regaló una imagen del Santo Niño a la reina Juana, esposa del rey de Cebú. Y se dice que ese gesto dio comienzo a la difusión del cristianismo en la ciudad y en todo el país.
Según cifras proporcionadas por la Policía de Manila, para la primera misa a las 4 de la mañana se admitieron 750 personas alrededor del santuario de Tondo.
La misma fe de siempre, en medio de tantos cambios
La presencia de Jesús no se ha perdido en los fieles, aunque este año hubo muchos cambios, afirmó en su homilía el padre Estelito Villegas, párroco del santuario de Tondo, durante la misa solemne. Los fieles -dijo- no deben tener en cuenta las dificultades en las que este año se celebra la fiesta, debido a la pandemia del coronavirus, sino más bien reconocer la presencia de Jesús en el corazón de cada uno.
Para evitar contagios, este año las autoridades locales y las del santuario decidieron suprimir la procesión con la estatua del Niño Jesús; también cancelaron el Festival "Lakbayaw", donde los devotos marchan y bailan sosteniendo una imagen del Santo Niño.
El sacerdote expresó su agradecimiento a los fieles, que celebran la fiesta con espíritu de alabanza y devoción aunque el país está sufriendo por el Covid-19. “La fiesta del Santo Niño - dijo - renueva en nosotros el recuerdo de que Dios nos ama para siempre”.
Ocho misas en total
El orden y seguridad con que se desarrolló la fiesta son fruto del esfuerzo de las fuerzas del orden que trabajaron con eficiencia y discreción. Los sacerdotes del santuario de Tondo también agradecieron a las autoridades locales, al alcalde de Manila Francisco Domagoso, a la policía y a los militares por haber permitido la celebración y por haber supervisado dentro y fuera de la iglesia, las entradas y salidas.
Los hombres uniformados prestaron especial atención a las entradas y salidas de las misas. En total, se celebraron 8 misas en el santuario el día del Santo Niño. Los responsables también organizaron retransmisiones de las misas por las redes sociales. De esa manera, muchos fieles pudieron seguir las celebraciones desde su casa o desde el trabajo, evitando una afluencia masiva al santuario.
10/10/2020 10:55