La Diócesis de Daejeon celebra "los frutos del amor" nacidos gracias a Benedicto XVI
Daejeon (AsiaNews) - Un "Centro de Canaán" para los pobres en Mongolia, un programa de distribución de alimentos para los coreanos más pobres y el apoyo financiero para los estudiantes en dificultades: los frutos de la "100 won para una comida", lanzada por el Diócesis de Daejeon, Corea del Sur después de la publicación de la encíclica de Benedicto XVI, " Deus caritas est ".
El programa se basa en la iniciativa del obispo, mons. Lazzaro You Heung -sik,
que después de la visita ad limina de
los obispos de Corea al Vaticano en 2007 prometió al Papa lanzar una gran campaña a favor de los pobres
de Corea y Mongolia. En 2008, la promesa se hizo realidad, y hoy en día es una
campaña estable que ayuda a muchas personas que no pueden pagar ni siquiera
para comer a veces.
El programa es simple: la Iglesia local pide a los fieles dejar de lado después
de cada comida, 100 wones (unos 7 céntimos de euro) para los pobres. Un pequeño
gesto que, junto con el de muchas otras personas, ha producido una considerable
suma.
De 2010 a 2011, la colecta ha ayudado a muchos estudiantes pobres que no tienen
padres, comenzó con unos 88 chicos de
siete escuelas en el territorio diocesano. A principios de 2011, las escuelas
se han convertido en 15, y también era posible enviar ayuda a Mongolia. Las
Iglesias de Corea y Mongolia tienen una relación muy estrecha, y sólo la
Diócesis de Daejeon ha enviado algunos sacerdotes fidei donum a Ulaanbaatar. Además, el primer seminarista mongol
estudia aquí.
Desde 2012 hasta 2013 los estudiantes sostenidos han llegado a 217, y "100
won por una comida" ha podido ayudarlos en términos de alimentos, incluso
a los pobres y ancianos solos que viven en la diócesis Para aquellos que no
pueden venir a tomar su ayuda, la diócesis ha preparado un coche para llevar los
alimentos a su destino. A menudo, Mons. Usted participa en la distribución (ver
foto).
Gracias a los fondos recaudados en nombre de la caridad, de la diócesis también
ha podido abrir un "Centro de Canaán" para los pobres de Mongolia.
Una carta, escrita por una de las personas que lo frecuentan, dice: "Hola,
mi nombre es Cingun. Después de la misa, siempre he podido comer, y por esto doy
muchas gracias Aquí también aprendí a montar en bicicleta, y estoy estudiando coreano
e Inglés. Estoy muy contento y le doy las gracias por toda esta ayuda".
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04