La China líder de la exportación de instrumentos de tortura en el mundo
Beijing (AsiaNews) - Porras con clavos,
bastones que pueden dar descargas eléctricas, sillas construidas para bloquear
un cuerpo humano hasta agotarlo. Estos son algunos de los productos que venden más
de 130 empresas chinas a varias naciones de Asia y África, instrumentos de
tortura "intrínsecamente crueles" que representan una buena parte de las
exportaciones del sector. La denuncia proviene de Amnistía Internacional, en un
informe publicado hoy que apunta con el dedo a Beijing por el aumento de la
cifra de negocios relacionados con la tortura.
Algunas herramientas vendidas por la industria china, dice el grupo, "son sin
duda destinados a operaciones de seguridad interna legítimas. Pero China
también permite la exportación de los artículos que tienen efectos inhumanos y fomentan
las violaciones de los derechos humanos en los países que compran". Los mayores
importadores son países como Senegal, Egipto, Ghana, Camboya y Nepal; una
industria que vende sillas y bastones para la tortura tiene relaciones
comerciales con más de 40 naciones africanas.
Según Amnistía, hace 10 años las empresas chinas que operan en el sector eran sólo
28 años, hoy en día hay más de 130. Patrick Wilcken, investigador del grupo que
se ocupa del comercio y los derechos humanos, acusa: "Este sistema enfermo
de exportación tiene de hecho permiso para la tortura y la represión y florece en el mundo. China
deben reformar sus reglamentos de comercio y poner fin a esta transferencia irresponsable
de instrumentos que violan los derechos humanos".
En noviembre de 2013, la Corte Suprema del pueblo chino ha
prohibido el uso de la tortura en las
cárceles o campos de trabajo en el país. Sin embargo, como han denunciado activistas
de derechos humanos, la práctica nunca ha desaparecido: serían "cientos"
de cada año, los casos de abusos físicos cometidos contra personas detenidas y simples
arrestados en toda China.