Kuwait relanza el puerto 'made in China' en la carrera por el desarrollo del Golfo Pérsico

Tras 10 años de estancamiento, se reanudan las obras del megaproyecto. Una delegación de Beijing visitó el país en los últimos días. Una estructura que compite con el trazado previsto por Emiratos y Turquía. El nudo sin resolver de las disputas marítimas con Irak. El fin de semana, el Emir firmó el nombramiento del jeque Sabah Khaled Al-Hamad Al-Sabah como príncipe heredero.

Ciudad de Kuwait (AsiaNews) - Kuwait, en cooperación con China, se propone relanzar -y completar- el proyecto de un megapuerto destinado a convertirse en un importante centro comercial para toda la zona septentrional del Golfo Pérsico. Una delegación de expertos y altos funcionarios de Beijing visitó el emirato en los últimos días, reuniéndose con representantes del gobierno local y directores de obra para mantener «profundas conversaciones técnicas y sobre el terreno» acerca de la construcción del puerto Mubarak Al-Kabeer. Según la agencia estatal, también se están estudiando otros proyectos de asociación y desarrollo entre ambos países.

La reanudación del proyecto unos 10 años después de su congelación -cuando sólo estaba parcialmente terminado- también está relacionada con el ambicioso plan del vecino Irak, que estudia una importante ruta comercial por carretera y ferrocarril de 17.000 millones de dólares. Un plan «alternativo al de Suez», que excluye a Kuwait y pretende desarrollar el comercio en la región, llevado a cabo en colaboración con Qatar, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Turquía, que no dudó en atacar a los kurdos para realizarlo. De ahí la decisión de reanudar el desarrollo porque, de lo contrario, se corre el riesgo de «quedarse atrás», como señala Kristin Smith Diwan, experta del Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington.

Kuwait es un aliado clave de Estados Unidos en Oriente Medio y uno de los países más ricos del mundo gracias a sus abundantes reservas de petróleo. Sin embargo, sus objetivos de desarrollo se han visto comprometidos durante mucho tiempo por la disfunción política, puesta de manifiesto recientemente por la suspensión del parlamento por parte del emir gobernante. La reactivación del plan portuario podría ser una señal de que el emir, jeque Mishaal Al-Ahmed Al-Sabah, pretende aprovechar la suspensión para sacar adelante proyectos bloqueados por las disputas entre legisladores y ministros.

A este respecto, el emir de Kuwait, Meshal Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, firmó el fin de semana el nombramiento del jeque Sabah Khaled Al-Hamad Al-Sabah como príncipe heredero. Nacido en 1953, se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad de Kuwait en 1977. Ingresó en el Ministerio de Asuntos Exteriores en 1978 como agregado diplomático y cuenta con una larga carrera en las misiones e instituciones internas del país.

Mientras tanto, el 28 de mayo, el Primer Ministro confirmó la intención de los dirigentes de completar una «enorme» cantidad de proyectos de desarrollo. Sin embargo, aún quedan muchos obstáculos y dificultades: el Golfo Pérsico ya cuenta con varios puertos importantes, entre ellos los de Dubai y Abu Dhabi. Además, las economías de Siria e Irán -en principio los principales beneficiarios a los que serviría la instalación- se han visto golpeadas por la guerra y las sanciones occidentales, lo que limita los beneficios de cualquier corredor comercial.

Por último, Mubarak Al-Kabeer representa una competencia directa para el vecino puerto iraquí de Faw, de ahí la decisión de Bagdad de cancelar un acuerdo marítimo que daba acceso a Kuwait a través de la vía fluvial de Khor Abdullah, lo que desencadenó una disputa entre ambos países. «Kuwait está centrando su planificación estratégica en el proyecto de puerto y ciudad del norte, que fomentará el desarrollo impulsado por el comercio y cimentará su liderazgo en la parte norte del Golfo, al menos esa es la expectativa según Diwan. Pero el objetivo seguirá siendo «imposible» de alcanzar, concluye, si sigue sin resolverse el contencioso marítimo con Irak.