Kurigram, emergencia humanitaria para millones de personas afectadas por las inundaciones

de Sumon Corraya

Son 31 los distritos inundados. Falta comida y agua potable. Parte de la población abandonó las casas inundadas para instalarse en refugios improvisados. Muchos no han recibido los 10 Kg de arroz que prometió el gobierno. La Iglesia se activa para distribuir provisiones. Los inundados se endeudan para poder comer.

Rajshahi (AsiaNews) –Se declaró la emergencia humanitaria en Bangladés para la población afectada por las inundaciones. Cerca de 10 millones de personas, en 31 distritos del país, están luchando con la escasez de comida y agua. Algunos distritos, como el septentrional de Kurigram, están inundados de cerca un mes. Muchos de los habitantes locales tuvieron que abandonar sus propias casas o refugiarse sobre los techos de chapa.

La casa de Nur Miha, en la zona inundada de Matikata, está sumergida por las aguas hace 2 semanas. Él y sus familiares permanecen en la calle, donde construyeron un reparo de plástico. Viven en el terror mientras las lluvias monzónicas caen sin tregua.

La preocupación principal para Nur Miha es la falta de comida. “Desde hace 2 semanas- cuenta el hombre a AsiaNews- estamos sin casa y tenemos hambre. Él dice que aún no recibió ningún tipode ayuda de parte del gobierno. Las autoridades habían prometido 10 kg de arroz para los 10 millones de personas que sufren por las inundaciones.

Alguna ONG dieron a la familia de Nur Miha provisiones, pero esto no es suficiente. “Lo poco que hemos recibido, -afirma el hombre- lo usamos para nutrir a nuestros hijos”.

También la Iglesia católica se está esforzando para asistir a los inundados. En la región de Rajshahi, Caritas está evaluando cómo intervenir mejor para ayudar a la población afectada. Su director, Suklesh Costa, explica que a 600 familias serán distribuidos a 600 familias productos alimenticios como arroz, aceite, patatas, etc. La diócesis de Dinajpur proveerá los mismos bienes a cerca de 1.200 núcleos familiares. La consignación se hará después de la festividad de Eid al-Adha, que se celebra el 1° de agosto.

La pandemia de Covid-19 rinde la situación aún más grave. “A causa de las inundaciones- hace notar Nur Miha- no podemos ir a trabajar y ya gastamos todos nuestros ahorros. El coronavirus bloquea luego el trabajo de las agencias humanitarias, tanto que no logran consignar las ayudas”.

La historia de Rohima Begum es en parte diversa de aquella de Nur Miha. Ella se refugió con la familia de 6 miembros sobre un techo de un estanque. El gobierno les dio los 10 Kg de arroz, pero Rohima pidió un préstamo para comprar sal, aceite, carne y otros productos alimenticios. “La comida no falta-confiesa la mujer- pero estamos preocupados por la salud, la restitución del préstamo con los intereses y los riesgos por el agua potable”.