Kuala Lumpur: prohiben enseñar el Islam a los que participan en política
Así lo decidió el Estado de Selangor para favorecer la separación de la esfera religiosa de la esfera pública. En efecto, en los últimos años se ha intensificado en Malasia la polarización y la radicalización, entre otras cosas porque los gobiernos han puesto "la identidad malaya" (es decir islámica) como centro de sus políticas.
Kuala Lumpur (AsiaNews) - El primer ministro local, Seri Amiruddin Shari, comunicó hoy a la Asamblea del Estado de Selangor que a partir de este momento cualquier persona involucrada en política no podrá obtener un certificado de habilitación para enseñar la religión islámica. Aquellos que tengan un certificado que todavía sea válido pueden utilizarlo durante un máximo de dos años desde la fecha de emisión.
La decisión lleva a la práctica una instrucción de 2019 del Consejo Real de Selangor (Malasia está compuesta por nueve Estados, cada uno de los cuales está encabezado por un soberano que, de manera rotativa cada cinco años, es designado para representar a todo el país según las prerrogativas que establece la Constitución).
El propósito de la medida es separar la esfera política de la religiosa para evitar una manipulación política de la religión, tal como había solicitado el PAS, el mayor partido islámico de la coalición de gobierno recientemente disuelta.
También quiere evitar una práctica política que no se ajusta a las reglas éticas y morales del Islam, la religión a la que se adhiere el 61% de los malayos.
Resulta así evidente una vez más que el debate sobre la relación entre el Islam y el Estado, y entre la identidad religiosa personal y la vida pública, sigue siendo un tema transversal desde que el país se independizó de los británicos en 1963. Malasia debe buscar a menudo un equilibrio entre las exigencias de una sociedad multiétnica y multirreligiosa y las tensiones de una convivencia que a veces se complica debido a factores externos o por un uso instrumental de la diversidad.
Hasta ahora la presión fundamentalista se encuentra contenida y la imposición de la sharia a los musulmanes (pero que también tiene efecto en los no musulmanes, empezando por el derecho de familia) ha quedado relegada sólo al Estado de Kelantan, aunque a lo largo de los años han ido aumentando las presiones para que la ley islámica prevalezca sobre la ley civil. Las presiones para la radicalización a menudo provienen del exterior, pero en los últimos tiempos también fueron fomentadas por las decisiones que tomaron los gobiernos para legitimar un poder en crisis, apoyando abiertamente "la identidad malaya" (es decir islámica) como fundamento de sus políticas.
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