Kuala Lumpur: los hindúes celebran el Thaipusam, festival de la purificación

de Joseph Masilamany

Para la fiesta del dios Murugan, símbolo de la victoria del bien sobre el mal, los fieles ayunan de comida y bebida. Las prácticas incluyen pincharse con ganchos y púas de metal. Durante los 40 días de preparación, los devotos se bañan «sólo con agua fría, duermen en el suelo, rezan, cantan mantras e himnos y se dedican a la lectura espiritual».

Kuala Lumpur (AsiaNews) - «El día del Thaipusam, los devotos ayunan de comida y bebida y se abstienen de buscar placeres. También ofrecen oraciones y sacrificios durante los 40 días que preceden al festival propiamente dicho» para “purificarse”. Así lo cuenta a AsiaNews R Elangovan, un devoto hindú, con motivo del festival que se celebra cada año en Malasia, el más importante de todo el sudeste asiático, con más de 1,5 millones de personas sólo en el evento que tiene lugar en el templo de Batu Caves, en Kuala Lumpur. «Durante todo el día», prosigue, »los devotos observan una estricta dieta vegetariana, se abstienen de fumar y consumir alcohol, mientras que los devotos varones no se afeitan ni se cortan el pelo. Y durante los 40 días de preparación, los devotos «sólo se bañan con agua fría, duermen en el suelo, rezan, cantan mantras e himnos y se dedican a la lectura espiritual».

El festival anual hindú de Thaipusam se celebra el primer día de luna llena del mes tamil de Thai, que coincide con la aparición de la estrella Pusam, de cuya unión deriva su nombre. Según la leyenda, en este día la diosa Parvati entregó la lanza sagrada a su hijo Murugan, que la blandió contra el demonio Surapadman para derrotarlo, emblema de la victoria del bien sobre el mal. Durante el Thaipusam, los fieles se someten a «castigos» corporales para atraer la atención del dios y pedirle favores a cambio, además de intentar mejorar sus vidas y perfeccionar las «herramientas» de la victoria para alcanzar el éxito en los ámbitos material, emocional y espiritual.

El día del Thaipusam, los templos hindúes de toda Malasia se transforman en una epifanía de sonidos y vistas espectaculares. Los colores del festival cobran vida, los tambores y clarinetes hindúes dan vida a rituales igualmente fascinantes, como la danza en trance de los devotos con la piel, la lengua y las mejillas perforadas por pequeños ganchos llamados «vel», que recuerdan la lanza sagrada de la deidad Murugan. Durante las procesiones, los fieles también llevan ollas de leche en la cabeza, así como utensilios de madera o acero llamados «kavadi», el acto ceremonial de llevar un peso físico sobre la cabeza y los hombros en expiación por los pecados o para cumplir los votos hechos a Murugan el año anterior.

Aunque todos los templos hindúes del país celebran el Thaipusam, los principales lugares donde se festeja son el templo Sri Subramaniam Swamy de Kuala Lumpur y el templo Arulmigu Balathandayuthapani de Penang. Ambos templos están situados en una colina, mientras que el de Kuala Lumpur se conoce como «Cuevas de Batu», por ser un templo rupestre. Su larga historia se remonta al siglo XVIII, cuando el comerciante y filántropo tamil K. Thamboosamy Pillay promovió el complejo de cuevas como lugar de culto para los hindúes.

Con el tiempo, el templo se dedicó a la deidad Lord Murugan y se terminó en 1891, mientras que las celebraciones anuales de Thaipusam comenzaron al año siguiente, en 1892. Con el paso de las décadas, el templo de la cueva de Kuala Lumpur se convirtió en sinónimo icónico de las celebraciones del Thaipusam entre la diáspora india mundial y hoy se recuerda allí donde hay una comunidad tamil significativa. Esto incluye países como India, Sri Lanka, Malasia, Singapur, Mauricio, Fiyi, algunas islas del Caribe y, en menor medida, Estados Unidos.