Kuala Lumpur, cada vez más jóvenes esclavos de las metanfetaminas
Una investigación del diario New Straits Times refuta las cifras optimistas del gobierno: habría un millón de drogadictos, con una explosión del consumo entre los adolescentes. Los líquidos para cigarrillos electrónicos, que se venden a precios cada vez más bajos, también se encuentran entre las formas de consumo en expansión.
Kuala Lumpur (AsiaNews) - El fenómeno de la drogadicción es cada vez más grave en Malasia. Así lo revela una serie de artículos del diario malasio New Straits Times, que pone de relieve los pobres resultados de las políticas locales para hacer frente al fenómeno. Las intenciones de seguir el camino de la despenalización se quedaron en el anuncio del gobierno malasio en 2019. Mientras tanto, sin embargo, la situación empeora, especialmente entre los jóvenes.
En teoría, los datos oficiales del Departamento de Estadísticas de Malasia (DOSM), congelados en 2021, mostrarían una disminución del problema. Según esta imagen, el típico drogadicto malasio sería un varón bumiputera de más de 40 años, con estudios superiores y un trabajo a jornada completa, que consume principalmente metanfetamina.
Pero la imagen que ofrecen otros observadores describe, por el contrario, un aumento del fenómeno que en realidad afecta también a los más jóvenes. El New Straits Times afirmó que los drogadictos en Malasia serían casi un millón, mucho más que los 137.176 registrados oficialmente en la Agencia Nacional Antidroga (NADA). Al fin y al cabo, incluso las estadísticas de la NADA muestran un aumento de adictos a las drogas del 11% desde 2022. Y el propio director de esta agencia, Sutekno Ahman Belon, atribuyó el descenso de las cifras registradas por el Departamento de Estadística a la limitada circulación de personas en Malasia debido a la pandemia del Covid-19, que simplemente impidió que muchos drogadictos se registraran.
En las redes de la drogadicción caen muchos adolescentes malasios. El New Straits Times entrevistó a adolescentes que contaban que sus compañeros los empujaron a consumir metanfetamina con fines recreativos, lo que finalmente los llevó a la adicción. Bajo el control de sus camellos, descubren que necesitan dosis cada vez más altas de la droga para conseguir el mismo subidón y empiezan a robar para pagar su hábito. Estos adolescentes también afirman que fumar, beber y oler pegamento son prácticas habituales entre sus compañeros.
El periódico informó incluso del caso de un niño de siete años adicto al "syabu", como se llama a la metanfetamina en Asia Oriental. Peor aún, muchas drogadictas que se quedan embarazadas transmiten su adicción a sus hijos a través de la leche materna. En un editorial, el New Straits Times lamenta que los esfuerzos del gobierno por combatir las drogas sean "en gran medida a posteriori" y no aborden las causas profundas del problema, estimando que en, realidad, el 5% de los jóvenes malasios son drogadictos.
La investigación también menciona que se venden líquidos para cigarrillos electrónicos con sustancias alucinógenas por tan sólo 100 ringgit (unos 20 euros) el frasco, para que los adolescentes puedan juntar el dinero necesario para comprarlos. Algunos traficantes llegan a vender entre 5 y 10 gotas de este líquido por tan sólo 10 ringgit (apenas 2 euros).
Mientras tanto, Amnistía Malasia pidió clemencia para Hoo Yew Wah, un joven malasio condenado por posesión de metanfetamina: sufrió abusos bajo custodia policial y espera en el corredor de la muerte desde 2011. Hace apenas unos días, Malasia dio un primer paso hacia la abolición de la pena de muerte.
15/09/2021 15:27
07/03/2024 13:35
28/02/2024 18:37