Kim Jong-un le responde al “demente” de Trump

Por primera vez, un líder norcoreano se dirige a una audiencia internacional. Trump “pagará caro su discurso” ante la ONU, “insensato y grosero como nunca antes”. Se baraja la hipótesis de una bomba de hidrógeno en el Océano Pacífico. China y Rusia llaman a mantener la calma y a no dejarse tomar por la “histeria militar”. Moon Jae-in: Nosotros no deseamos el colapso de Corea del Norte.

Seúl (AsiaNews/Agencias) - El presidente de los EEUU, Donald Trump, es un “desequilibrado demente senil (mentally deranged dotard)” y “pagará caro” su amenaza de destruir Corea del Norte. De esta manera, Kim Jong-un, el líder norcoreano, ha respondido al discurso pronunciado por Trump ante la Asamblea de la ONU, en el cual había amenazado con la “destrucción total” de Corea del Norte, en caso de que ésta atacase los EEUU o a cualquier país que sea su aliado.

El discurso que Kim dirigió a una audiencia internacional –según algunos, siendo esta la primera vez para un líder norcoreano-, llega a pocas horas de que EEUU haya tomado la decisión de aumentar las sanciones contra Pyongyang, con las cuales el Tesoro de los EEUU boicoteará a compañías e instituciones financieras que comercien con Corea del Norte.

Para Kim, el discurso de Trump es “insensato y grosero como nunca antes”, “me ha insultado a mí y a mi patria ante los ojos del mundo y ha expresado la más feroz declaración de guerra en la historia”.

Kim agrega que pensará “con seriedad en una contramedida que se corresponda con el altísimo nivel de dureza” y Trump “pagará caro por su discurso”.

Justamente ayer, el ministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, declaró que Pyongyang podría desplegar un poderoso experimento con una “bomba de hidrógeno, en el Océano Pacífico”, y agregó que “no tenemos idea acerca de qué acción habrá de emprenderse, dado que ésta será ordenada por el líder Kim Jong-un”.

El gobierno japonés ha criticado las palabras de Kim Jong-un, juzgando las mismas “provocadoras” e “inaceptables”, orientadas a sacudir “la seguridad regional e internacional”.

La guerra de palabras entre Washington y Pyongyang, así como los experimentos con misiles y las pruebas nucleares de esta última, se ha ido intensificando en los últimos meses, dejando poco espacio para el diálogo.

Ayer, en la Asamblea General de la ONU, una vez más, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, dijo que “las negociaciones son la única vía de salida, y ameritan todos los esfuerzos a nuestro alcance”, dado que “aún hay esperanza para la paz, y no debemos rendirnos”.

Serghei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores ruso, declaró que su gobierno condena a Corea del Norte, pero que “la histeria militar no sólo es una traba: es un desastre”.

Ayer, en la ONU, también hubo una intervención del presidente surcoreano Moon Jae-in. “Nosotros no deseamos el colapso de Corea del Norte –dijo- y no buscamos la reunificación por una absorción o por medios artificiales”.

“Si Corea del Norte toma ahora una decisión para colocarse del lado justo de la historia, estamos dispuestos a asistir a Corea del Norte junto a la comunidad internacional”.

Si bien no criticó el discurso belicoso de Trump, en la asamblea, Moon dijo: “La situación concerniente al tema nuclear de Corea del Norte requiere ser manejada con estabilidad, a fin de que las tensiones no se intensifiquen de un modo excesivo, de modo que los enfrentamientos militares accidentales [que pudieran producirse] no destruyan la paz”.

Precisamente en el día de ayer, Seúl ha decidido el envío de ayudas destinadas a Corea del Norte por un monto de 8 millones de dólares, las cuales comprenden alimentos para niños y mujeres encinta, medicamentos y vacunas.