Khashoggi: nueva inspección de la policía científica turca en el consulado saudita. Trump exige pruebas
Expertos acompañados por perros rastreadores registraron durante nueve horas las instalaciones, el jardín y los automóviles de la sede de representación diplomática. En el audio hallado, el cónsul saudita solicitaría al comando que asesine al periodista “fuera de aquí”. El presidente de los EEUU solicita pruebas de la existencia de ese registro. El Washington Post publica el último artículo póstumo del intelectual saudita.
Estambul (AsiaNews/Agencias) – Anoche, los expertos de la policía científica turca ingresaron por segunda vez al interior del consulado saudita en Estambul, para inspeccionar a fondo las instalaciones de la sede de representación diplomática, así como los automóviles a disposición del personal. De momento no se conocen nuevos detalles sobre la operación (y los resultados de la misma), que se enmarca en la investigación encarada por Ankara a raíz de la desaparición del periodista saudita Jamal Khashoggi, detrás de la cual se cierne la sospecha de un involucramiento de Riad y de la casa real.
Hombres del cuerpo forense turco, acompañados por perros adiestrados, registraron la residencia del cónsul general, Mohammad al-Otaibi, además de los vehículos y el jardín. La inspección duró más de nueve horas y se concluyó con las primeras luces del alba.
Voz crítica de la dirigencia wahabita y en particular, del príncipe heredero Mohammad bin Salman (Mbs), no se han tenido más noticias de Khashoggi desde el 2 de octubre pasado. Algunos detalles surgidos en los últimos días llevan a presuponer que un comando proveniente de Arabia Saudita arribado el mismo de su desaparición habría llegado al país para ajusticiarlo. Algunas fuentes refieren maltratos y torturas durante cuando menos siete minutos y la decapitación del hombre, cuyo cuerpo luego habría sido descuartizado y hecho desaparecer.
En defensa de Riad –en el ojo de las críticas de la comunidad internacional y de grandes grupos económicos e industriales, que han optado por boicotear un evento que estaba programado en los próximos días- han salido los Estados Unidos. El presidente de los EEUU, Donald Trump, ha pedido a los sauditas la entrega, “si es que existe”, del archivo de audio que prueba las torturas infligidas a Khashoggi, invitando al mismo tiempo a no sacar conclusiones apresuradas de culpabilidad.
Según fuentes turcas, en el archivo de audio podría oírse la voz del cónsul saudita Mohammed al-Otaibi. Dirigiéndose al comando homicida, el diplomático afirmaría: “Háganlo fuera de aquí. Me están poniendo en aprietos”. Días atrás, al-Otaibi habría regresado a toda prisa a Arabia Saudita, reclamado por la cúpula de gobierno.
Mientras tanto, el Washington Post ha publicado el último artículo que escribiera Khashoggi, a quien Riad aborrecía no sólo por sus artículos críticos contra el régimen, sino también por su cercanía a los Hermanos musulmanes. En esta última nota, el intelectual saudita vuelve a enfocarse en el tema de la libertad de prensa en el Oriente Medio. El director editorial Karen Attiah afirma que pospuso la publicación del artículo, con la esperanza de que el autor reapareciera. “Ahora –declara el periodista- debo aceptar el hecho de que eso no sucederá”.
“El mundo árabe –escribe Khashoggi en lo que sería su testamento intelectual- necesita de una versión moderna de los antiguos medios transnacionales, de modo que los ciudadanos puedan ser informados sobre los acontecimientos globales, y lo más importante, debemos proporcionar una plataforma para las voces árabes”.
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