Kerala, falsos los rumores sobre la dimisión del obispo acusado de violación
Mons. Mulakkal declara: “Trato de soportar, pruebo dolor, pero confío en el Señor”. Apoyada por 4 co-hermanas una religiosa de las Misioneras de Jesús denunció presuntos abusos, sufridos entre los años 2014 y 2016. Las investigaciones están todavía en curso. Las religiosas protestan delante de la Alta Corte y acusan a la policía y a la Iglesia. La Conferencia episcopal de Kerala: “Las protestas organizadas por quien tiene interés en dejar a las religiosas en primera línea”.
Kochi (AsiaNews)- Mons. Franco Mulakkal no dimitió. No tiene fundamento la noticia difundida hace pocas horas por algunos medios, según la cual el obispo de la diócesis de Jalandar (en Punjab) habría cedido a las presiones, seguidas a las acusaciones de violación contra él por una religiosa en Kerala.
La cuestión explotó a inicios de julio. Sostenida por 4 co-hermanas, la religiosa de las Misioneras de Jesús denunció los abusos sufrido de parte de Mons. Mulakkal entre los años 2014 y 2016, en un hostal de propiedad de la Iglesia en Kuravilangad. El obispo niega cuánto se le atribuye. Por el contrario, sostiene que la denuncia de la religiosa, llegada después de diversos años de los hechos (las presuntas violencias), están motivadas por una venganza personal: él había decidido destituirla de su rol de superiora de la congregación. El prelado sospecha que detrás haya una “conspiración” motivada contra él por fines políticos.
Entrevistado por AsiaNews, Mons. Mulakkal declara: “Confiamos en el Señor y continuamos rezando. Es como ser sometido a una severa tortura mental por parte de fuerzas externas. Lo que no puede ser cambiado debería ser soportado. Esto es lo que estoy tratando de hacer. Estoy tan tensionado. Confío en el Señor. Pruebo un profundo dolor por el proceso realizado por los medios, estoy totalmente indefenso”.
La policía realizó amplias investigaciones, ya sea en Keral como en Jalandhar. Sobre el obispo fue depositada una primera relación informativa (FIR), junto a 1 documento de 114 páginas, que contienen las declaraciones detalladas de la religiosa y del personal del convento. Hace dos días, la Alta Corte de Kerala declaró que “el problema no es el arresto”. Desde el momento que se trata de un caso viejo, los jueces subrayan que la investigación exigirá más tiempo y que “la cosa más importante no es la detención, sino el castigo final del imputado”.
La policía de Jalandhar declaró que espera el testimonio hecho por el obispo a las autoridades de Kerala. DySP K Subhash, que está conduciendo las investigaciones para la policía local, notificó a Mons. Mulakkal un mandato de comparición para el 19 de setiembre próximo. Mientras tanto, cinco religiosas del convento de Kottayam, el mismo de la víctima, protestan delante de la Alta Corte de Kerala desde hace más de una semana, para pedir el arresto del obispo. Las religiosas insisten que el grito de ellas no es contra la Iglesia sino un grito de justicia. Es la primera vez que las religiosas están en pie de guerra en el Estado que contribuyó con el cristianismo dando tres santos, dos de los cuales son religiosas.
“Nos hemos dirigido a muchos superiores para pedir ayuda-afirma sor Anupama-pero todos han ignorado nuestros repetidos pedidos. Somos esposas de Jesús, entramos al convento por nuestra voluntad. ¿Qué hacemos si los principios de base son desechados? Como último recurso salimos a la calle”. Las religiosas declaran que las jerarquías eclesiásticas locales intentaron desalentarlas y convencerlas a dar marcha atrás, intentando corromper a la víctima. Después de haber rechazado, ellas fueron objeto de intimidaciones y difamaciones. “Estamos listas a morir, si esto fuese útil para dar alivio a las religiosas cuyas vidas están confinadas en cuatro paredes. Permaneciendo religiosas por el resto de nuestras vidas, también si nos exclaustrasen”, concluye sor Anupama.
Hace dos días la Conferencia episcopal de Kderala emitió una declaración en la cual se afirma que las protestas de las religiosas han excedido todo límite. “Está organizado por algunas personas que tiene como interés dejar a la religiosas en primera línea”, se lee en la nota. El documento afirma que sus reclamos son guiados por no creyentes.
Sor Anupama declara que ella y sus co-hermanas están turbadas no tanto por las reacciones de la Iglesia, cuanto por la “actitud indiferente” de la policía. “No esperábamos nada más de parte de las autoridades eclesiásticas- reafirma- pero la policía nos ha totalmente decepcionado. Si el imputado fuese un hombre común, la policía “le habría dado tanto tiempo? No obstante el gran clamor, no entiendo por qué temen tocar al imputado. Nos es otra cosa que dinero y fuerza bruta”.
12/09/2018 17:11