Kazajistán propone una ‘ONU euroasiática’

de Vladimir Rozanskij

Es la última de una serie de alternativas a las instituciones multilaterales controladas por Occidente. A los ojos de Rusia, es un valioso instrumento para conseguir su autonomía respecto a Estados Unidos y Europa. La posible exclusión de Moscú del Consejo de Seguridad de la ONU podría marcar el fin del equilibrio posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Moscú (AsiaNews) - Los países asiáticos preparan el contrapeso a los "mil millones de oro" del dominio occidental. Esto fue expresado con altisonantes declaraciones en la cumbre de los últimos días en Astaná, durante la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en ASIA (CICA) que procura transformarse en una organización internacional similar a la ONU. El encuentro de Kazajistán se celebró en el marco de un solemne jubileo, por ser la 30ª cumbre de los líderes de CICA, y expresó la concepción de una nueva unidad geopolítica, que quiere complementar o incluso competir con la fórmula del G20.

El tono de las declaraciones se vio reforzado por las ambiciones del anfitrión: el presidente Kasym-Žomart Tokaev se prepara para la carrera electoral que el 20 de noviembre debería proyectarlo como una figura de referencia de la "nueva Asia", entre la Rusia belicista de Putin y la China neoconfuciana de Xi Jinping. El líder kazajo aclaró: "no estamos creando una nueva institución, sino marcando la transición a una nueva fase del desarrollo institucional". Asia está tomando conciencia de su creciente responsabilidad en el tablero internacional y esto ha llevado a la creación de CICA, a la que todos los países miembros contribuirán para financiar nuevos proyectos de desarrollo económico, cultural y político, según sea necesario.

CICA es un legado del "eterno presidente" Nursultan Nazarbayev, fundador de muchas iniciativas de cooperación euroasiática. En 1992 se propuso fomentar la apertura de nuevos canales de diálogo y la realización de proyectos en el ámbito de la seguridad en toda Asia. A esta conferencia pertenecen oficialmente 29 Estados miembros, incluido Kuwait, que se ha incorporado recientemente. Otros ocho países y cinco organizaciones internacionales participan como observadores, entre ellos la Comisión Económica Euroasiática, Turkmenistán y Bielorrusia. La OTSC, la "OTAN Euroasiática" liderada por Rusia, también está conectada con esta iniciativa.

El Presidente ruso Putin invitó a los países de la CICA a desarrollar el comercio utilizando como base las monedas nacionales, visto y considerando sus problemas con las sanciones occidentales. El líder del Kremlin expresó su deseo de contrarrestar los "mil millones de oro" (de Occidente), y definió la situación en Afganistán como una prioridad en materia de seguridad asiática. Rusia pretende presentarse como garante de toda Asia Central, campo de choque con el gigante chino. Según Putin, "es necesario colaborar en el renacimiento económico del país afgano", obligando a Estados Unidos a compensar los daños infligidos a Kabul, y descongelando los recursos afganos bloqueados "ilegalmente" por culpa de los estadounidenses.

En cuanto a Afganistán, el presidente uzbeko Mirziyoyev, uno de los más interesados en la pacificación de la región, señaló que el problema afgano está pasando a un segundo plano en las urgencias de la comunidad internacional. Propuso la formación de una mesa de negociación internacional para resolver todas las cuestiones relacionadas con los cambios en la política de los talibanes durante el último año.

La polémica antioccidental fue secundada por el aliado más fiel de Moscú, el presidente bielorruso Lukashenko, quien afirmó que "el Occidente colectivo intenta constantemente desestabilizar la situación en el espacio postsoviético, y está alimentando los focos de una Tercera Guerra Mundial". Por su parte, el turco Erdogan trató de mantener su línea de "gran pacificador", llamando a "detener el baño de sangre en Ucrania", porque "vemos las consecuencias de la crisis ucraniana a nivel regional y mundial, y una paz justa sólo puede lograrse a través de la diplomacia".

Como señaló el Director de Estrategias Etno-Nacionales en San Petersburgo, Aleksandr Kobrinskij, "Kazajistán se presenta cada vez más como un espacio de mediación internacional, en una etapa en la que todos ven con claridad que la ONU se está agotando, y tal vez se dirige a su desaparición". La posible exclusión de Rusia del Consejo de Seguridad de la ONU podría marcar el fin del equilibrio diplomático que se ha mantenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y los escenarios futuros aún deben definirse.