Karim Asir, el ‘Charlie Chaplin’ entre las bombas para donar una sonrisa a los afganos
El joven se exhibe por las calles de la capital, no obstante los riesgos y las amenazas. Asir no esconde su miedo de ser atacado, pero no se detiene: “No pueden impedirme ser Charlie Chaplin”. El p. Moretti: “es para admirar; no arriesga su vida por una “estupidez”, sino por aquel ideal que Afganistán persigue desde hace 40 años”.
Kabul (Asianews)- Sonreír para olvidar el horror de la guerra y la muerte. Es la razón de vida de Karim Asir, “el Charlie Chaplin afgano”, de 25 años, así lo eligió para sí. “Es muy simple-dice- quiero dar a los afganos un motivo para sonreír”.
Asir descubre a Charlie Chaplin en Irán, donde su familia se refugió en 1996 después de la rendición del poder en Afganistán de los talibanes. Entre 1996 y el año 2001, el régimen talibán prohibe cualquier tipo de música y de arte escénico, destruyendo el floreciente patrimonio artístico afgano.
Como en casi todos el país, Asir fue testigo de los ataques suicidas, explosiones y amenazas de los grupos islamistas. Esto no lo distrajo de su objetivo: hacer olvidar al pueblo afgano el horror, siguiendo el ejemplo de otros dobles de Charlie Chaplin en el mundo. Asir se exhibe en las calles de la capital, donde los ataques de los talibanes y del Isis son casi cotidianos. También recibe amenazas, porque sus performance son “anti-islámicas”. No obstante todo esto, el Charlie Chaplin afgano se exhibe en los parques públicos, en los orfelinatos, en las fiestas ´privadas y en los eventos organizados por las agencias de ayuda internacional. Asir sabe que corre riesgos y los miedos de ser atacado no le faltan. Pero, como el mismo joven afirma, “estos problemas no pueden impedirme ser Charlie Chaplin”.
El p. Giuseppe Moretti, ex-capellán en la embajada italiana en Kabul, admira el coraje, la valentía de Asir: “Tiene el coraje de los mártires, está tan convencido de su idea, tan entusiasta de la libertad que está listo para dar la vida. Es admirable: no arriesga la vida por una “estupidez”, sino por aquel ideal que Afganistán persigue desde hace 40 años”.
“El hecho que pueda ir a las escuelas-concluye el p. Moretti- es un signo positivo. Alienta el espiral de la paz. A veces basta una persona valiente y simpática, que obre de esta manera a despecho de los “malos”.
02/02/2023 10:26
01/12/2022 17:22
06/10/2022 12:31