Karen, la Junta militar atacó una iglesia: cinco víctimas, entre ellas un niño

En el operativo del 12 de enero en la aldea de Lay Wah también murieron un pastor bautista y un diácono católico. Otras dos mujeres resultaron heridas, cientos de habitantes abandonaron sus hogares. Los rebeldes karen hablan de "crímenes de guerra" y piden que se corte el suministro de combustible a la Junta. Condena del gobierno birmano en el exilio y pésame por las víctimas.

Rangún (AsiaNews) - Otra iglesia bombardeada por la Junta militar birmana y nuevas víctimas civiles, entre ellas un niño, una madre y un dirigente católico local. El sangriento balance es el resultado de la incursión de dos aviones de combate que la tarde del 12 de enero atacaron la aldea de Lay Wah, en el distrito de Mutraw del estado de Karen, al sureste de Myanmar. La zona está controlada por la Karen National Union (KNU), cuya facción armada, el Karen National Liberation Army (KNLA), ha protagonizado duros enfrentamientos con el ejército en varias ocasiones.

El número total de víctimas del ataque de la fuerza aérea de Naypyidaw es de al menos cinco muertos y cientos de personas en fuga. Algunos vecinos abandonaron precipitadamente sus casas por temor a nuevas incursiones y una progresiva escalada de la violencia. Fuentes locales hablan de dos bombas que alcanzaron dos iglesias y una escuela, así como diversas estructuras. La madre y el niño murieron instantáneamente, mientras que un pastor bautista y un diácono católico fallecieron después como consecuencia de graves heridas. Otras dos mujeres resultaron heridas, aunque no de gravedad.

La niña que murió, Naw Marina, habría cumplido tres años dentro de un mes, la madre se llamaba Naw La Kler Paw, el diácono católico Naw La Kler Paw, el pastor Saw Cha Aye y la última víctima era Saw Blae, un vecino de la aldea que ayudaba en la iglesia. En la zona se formaron cuatro grandes cráteres como resultado de las explosiones y algunos consideran que los lugares de culto se encontraban entre los objetivos de los militares. Para evitar un mayor número de muertes, la escuela había suspendido la asistencia de los alumnos y desde hace un tiempo las clases se impartían en el bosque.

Padoh Saw Taw Nee, portavoz de la KNU, habla de un "crimen de guerra" y vuelve a insistir en la importancia de "suspender el suministro de combustible a los aviones de la Junta militar" para limitar los ataques. “Pido una vez más -continúa- que la comunidad internacional tome medidas más efectivas contra la Junta”. En las horas posteriores al ataque, el gobierno de unidad nacional de Myanmar en el exilio (integrado por ex diputados de la Liga Nacional de la Democracia, el partido de Aung San Suu Kyi) difundió un comunicado condenando las incursiones. “Transmitimos nuestras condolencias – dice el texto – por todos aquellos que perdieron la vida […] y prometemos que haremos todo lo posible para hacer justicia a todas esas vidas perdidas, tanto a nivel nacional como internacional”. La Junta militar ha bombardeado reiteradamente objetivos civiles en los estados de Karen y Kachin y en las regiones de Sagaing y Magwe. La campaña de bombardeos ha matado hasta ahora más de 460 civiles, entre ellos muchos niños.