Karachi: separatistas baluchis atacan el Instituto Confucio
Aparentemente, el ataque fue ejecutado por una maestra de primaria. Desde principios de año los militantes han llevado a cabo al menos tres operaciones importantes contra objetivos chinos o las Fuerzas de Seguridad de Pakistán. Beijing instó al nuevo gobierno a tomar medidas.
Karachi (AsiaNews) - Tres profesores chinos y un conductor pakistaní han sido el saldo de víctimas de un atentado, presumiblemente suicida, reivindicado ayer por el Ejército de Liberación de Baluchistán (Bla). La explosión arrancó el techo de un minibús que salía de la sede del Instituto Confucio de la Universidad de Karachi, hiriendo a otras cuatro personas.
Los separatistas de la brigada Majeed calificaron el atentado como "un nuevo capítulo en la historia de la resistencia baluchi" y publicaron una foto de Shari Balush, o Bramsh según el nombre de guerra que habían elegido, su "primera mujer kamikaze" (v. foto). En las imágenes de las cámaras de circuito cerrado de la universidad se ve a una mujer deambulando cerca de la puerta de entrada del Instituto antes de la detonación. Un funcionario de la brigada antibombas de Pakistán dijo al diario Dawn que "el atacante suicida debe haber llevado entre 5 y 10 kg de explosivos".
Este es el primer presunto atentado suicida en el que participa una mujer de una familia relativamente en buena posición. Shari Balush era maestra en una escuela primaria en el distrito de Kech y había obtenido una licenciatura en zoología en la Universidad de Baluchistán y una maestría en la Allama Iqbal Open University. Era madre de dos niños menores de cinco años e hija del director de una agencia gubernamental. Su esposo trabaja como dentista y su cuñado es maestro. Este contexto de origen ha planteado varias preguntas entre los analistas: no está claro cómo los separatistas de Baluchistán han logrado reclutar cada vez más atacantes jóvenes y educados desde 2021. Considerando que el ataque de ayer fue un éxito, es probable que sigan reclutando mujeres en el futuro, dicen los expertos.
Baluchistán es la provincia más grande pero más pobre y menos habitada del país, y limita con Irán y Afganistán. Los grupos étnicos baluchis afirman que su territorio fue incorporado por la fuerza en 1947, en el momento de la partición con la India.
Se considera que esta es la quinta rebelión en Baluchistán, que comenzó en 2000 y hasta ahora ha sido la más larga. Desde principios de este año las milicias separatistas han llevado a cabo otros tres grandes ataques contra civiles o las fuerzas de seguridad de Pakistán. El 25 de enero un grupo terrorista atacó la base militar de Kech y mató a una docena de soldados. Una semana después hubo enfrentamientos en los distritos de Noshki y Panjgur y la tensión se prolongó durante más de 60 horas.
También en este caso el objetivo estaba relacionado con Beijing. El Ejército de Liberación de Baluchistán se opone desde hace tiempo a las inversiones chinas en Pakistán, argumentando que no benefician a la población local sino que, por el contrario, privan a la región de su riqueza natural. Miles de chinos, en su mayoría involucrados en los proyectos de la Belt and Road Initiative, trabajan en Pakistán. Uno de los principales proyectos de China en Baluchistán es el puerto de Gwadar, situado en el Mar Arábigo, por donde pasa el petróleo de Oriente Medio con destino al este de Asia. El año pasado, el BLA reivindicó un ataque contra ingenieros chinos que trabajaban en el puerto.
Beijing condenó el ataque de ayer e instó al nuevo gobierno de Islamabad a "luchar decididamente contra las organizaciones terroristas implicadas en el caso".
Entrevistado por AsiaNews, Muhammad Fahim Saleem, un activista local, dijo que "estos maestros han dejado su país para enseñar a nuestros niños. Muchos chinos en Pakistán han sido víctimas del terrorismo hasta ahora. Sin embargo, la falta de interés por ellos es espantosa". "No olvidaremos su sacrificio -añadió la activista- que hará más fuerte todavía la amistad entre Pakistán y China”.
