de Anna Chiara Filice

Unos 9 mil jóvenes en el encuentro con el Papa Francisco en el Notre Dame College de Dacca. Estudiantes católicas y musulmanas: “Como mujeres, queremos vivir en un mundo seguro, en el cual podamos sentirnos libres”. Estudiantes musulmanes: “Los valores familiares son la base de la sociedad. Los terroristas son personas aisladas, lejos de la familia y sufren del lavado del cerebro”. De nuestra enviada. 

Dacca (AsiaNews)- “Somos el futuro del mundo y queremos vivir en libertad y armonía; no importa cuál sea la religión que practicamos, somos todos seres humanos”. Lo dicen a AsiaNews diversos jóvenes de Bangladés, musulmanes, cristianos y budistas. Los encontramos en el Notre Dame College de Dacca, durante el encuentro reservado para ellos, como última etapa del viaje pastoral del Papa Francisco. Todos afirman que están agradecidos al Papa porque los ha visitado. Se sienten honrados de haber tenido la oportunidad de participar a un tal evento, al cual tuvo acceso un número limitado de personas. Hablan de las esperanzas para la propia vida futura y de los actuales problemas, del terrorismo y educación. “Pondremos en práctica-prometen- el mensaje de armonía del pontífice y lo transmitiremos a nuestros coetáneos”

Al encuentro han participado unos 9 mil jóvenes de las escuelas católicas de la capital. El Card. Oswald Gracias, arzobispo de Mumbai (India), los exhorta: “Vosotros cambiaréis el mundo, vayan y cambien el mundo, ¡Cambien Asia! Ruby Imelda Gomes, profesora asistente en el Notre Dame College y miembro del Consejo della Notre Dame University Bangladesh, reporta: “Ellos son el ejemplo práctico de convivencia entre jóvenes de fe diversa”.Principio del formularioFinal del formulario

“Nosotros les enseñamos que la principal característica de la vida no es la pertenencia religiosa sino el amor”

En su discurso, Francisco elogia a la juventud del país y la define como “valiente”. Luego agrega. “Si bien son diversos, trabajen para el bien común, trabajen en armonía. ¿Entendieron? Esta es la armonía, que se percibe en Bangladés”.

A propósito de armonía, dos estudiantes de la Holy Cross College, Sadia Nishat, musulmana, y Diana Gomes, católica, sostiene: “Nosotros vivimos ya en armonía, somos amigas. La única cosa importante es que somos seres humanos”. Como mujeres y jóvenes declara Diana: “esperamos vivir en un mundo seguro, en el cual debemos sentirnos libres, poder exprimirnos a nosotras mismas. No queremos ser más víctimas de la esclavitud o de la explotación. Debemos sostenernos todas juntas. Las mujeres son seres humanos, no objetos y no queremos ser usadas como tales. Tenemos emociones y queremos expresarlas. No somos diversos de los hombres. Ruego al Papa Francisco que me dé la fuerza de poder a estudiar al extranjero a Rusia para recibir una educación de nivel superior”.

Otro grupo de una treintena de estudiantes católicos, formados en la Novara Technical School de Dinajpur, refieren: “Sostener la armonía en este país es un deber. Nosotros somos una minoría en un país de mayoría islámica”. Hablando del futuro, refieren que “la primera preocupación es encontrar trabajo después de los estudios”. “El sistema educativo no brinda competencias prácticas. Aparte de los colegios o escuelas técnicas, a menudo se estudia por años y se termina haciendo trabajos para los cuales jamás fuimos preparados”. “Luego la segunda esperanza es encontrar una joven hermosa, casarse y vivir felices”, admiten.

Sobre las carencias del sistema educativo, concuerda con otro grupo de estudiantes musulmanes del College que hospeda el evento. Venciendo la timidez tomando la palabra Musfigur Rakib Sohan y Mohammad Shahriar Hossain, hablan de terrorismo y de paz. Musfigur subraya: “Si bien somos musulmanes, no somos crueles y estamos honrados de haber podido encontrar al Papa. No expresamos una cultura bruta, que no tenga respeto de los otros credos. Lo que cuenta son los valores transmitidos por la familia y la mía siempre me ha educado al respeto de los otros. Yo voy a las fiestas de mis amigos hindúes y cristianos y los invito a unirse a las islámicas”. Sobre las dificultades actuales, los muchachos afirman que “no tienen capacidades laborales ni empresariales”, Debemos ser más motivados para poder mejorar. El sistema educativo nos limita, no nos apoya en el crecimiento profesional. Por ejemplo, deberían haber más actividades extracurriculares más allá de las lecciones regulares”. Sobre las esperanzas para el propio futuro, están seguros que “si en un mañana tuviésemos que cubrir puestos de poder, lograremos resolver estas faltas, porque conocemos los problemas”. Mohammad agrega: “Nosotros somos el potencial del futuro del mundo, apoyamos la armonía, la no corrupción, la lucha contra el terrorismo”. Sobre este último punto, muy debatido en un país que recientemente padeció de un crecimiento del fundamentalismo sobre todo entre los jóvenes, no tienen dudas: “los terroristas creen ser los mejores de los otros y quieren someternos. Los jóvenes que se involucran en las actividades militantes están lejos de las familias, perdieron los valores. Son víctimas, viven aislados. Cuando una persona tiene un problema, se resuelve sólo a través del diálogo y la confrontación con los otros. En vez el terrorista vive solo, vive como en una prisión de soledad, por esto en aquel caso es más fácil que él sea atraído por personas malas, que les lavan el cerebro”.