Jóvenes católicos “comprometidos cada día por el crecimiento, el desarrollo y la democracia en Myanmar”
Yangon (AsiaNews)- Desarrollo económico, potenciamiento de la instrucción, reforzamiento de la presencia de la Iglesia, libertad religiosa, social y en las relaciones internacionales. Son muchos los desafíos que le esperan a Myanmar en el próximo futuro como lo explica a AsiaNews, Bosco Sawthuya, presidente de la National Catholic Youth Commission of Myanmar (Ncycm). Sin embargo “nosotros jóvenes católicos”, agrega, “estamos tratando de promover por cuanto sea posible la paz, la coexistencia, la solidaridad, los valores de la unidad y participación en el proceso de crecimiento de la nación”. El desafío “principal” es “el estar presentes” en esta fase de “transición” del proceso democrático, “no sólo como católicos sino como ciudadanos de Myanmar”.
Recientemente el joven activista siguió los trabajos del “Séptimo Congreso nacional juvenil católico”, que se desarrolló en el centro de los salesianos de don Bosco en Mandalay, del 21 al 26 de abril. En el evento que concluyó con una solemne celebración eucarística presidida por el card. Bo, y han participado unos 2 mil jóvenes provenientes de diversas partes del país.
En un primer momento el Congreso se debía realizar en Lashio, en el Estado de Shan; por razones de seguridad- las violencias persistentes entre el ejército birmano y la minoría Kokang- se decidió realizar el evento en Mandalay. Presentes muchísimos jóvenes, de edad comprendida entre los 18 y los 25 años, además de una veintena de sacerdotes que han promovido el encuentro y animado las jornadas.
El Congreso juvenil (en la foto) “fue uno de los momentos más importantes” del año para los católicos de Myanmar, comenta Bosco Sawthuya, porque “ha sabido reunir jóvenes provenientes de diversas diócesis” que pertenecen a “culturas y estilos de vida diversos”. En las jornadas de encuentro y oración, prosigue el activista católico, se habló de “unidad, respeto de las diversidades, solidaridad” entre las personas y etnias diferentes. Para todos, afirma, fue una “fuente de profunda inspiración”.
Estos encuentro, explica el presidente Ncycm, son importantes “no sólo para la Iglesia, sino para todo el país”, porque sólo a través de la comprensión, la solidaridad y la unidad será posible construir un Myanmar de paz”. Por el resto, ya del título: “Beatos los portadores de paz, porque serán llamados hijos de Dios”, era evidente la centralidad del tema de la paz y la concordia, en un período histórico en el cual hay evidentes diferencias y contrastes, a menudo violentos.
En evento participó también el card. Bo, que tuvo un encuentro sobre el valor y la importancia del matrimonio al interior de la familia católica, profundizando también con ejemplos prácticos los puntos más críticos.
Hablando del rol de los jóvenes católicos en la vida del país, Bosco Sawthuya afirma que “existen todavía dificultades de inserción en el mundo del trabajo, porque falta una instrucción adecuada y calificada”, también si comienzan a entreverse señales de crecimiento y desarrollo. “Nuestro augurio- concluye- es que aumenten las ocasiones de solidaridad y las oportunidades de trabajo para todos los jóvenes en todo el país. A esto agregado el respeto de los derechos y la dignidad humana, junto al supremo del estado de derecho”.
Myanmar es una nación multi-étnica (más de 135 diversas etnias y minorías) y multi-confesional: si bien no hay una religión oficial de Estado, casi el 80% de los ciudadanos profesa el Budismo Theravada; los cristianos son el 45 (los católicos el 1%), como los musulmanes también ellos el 4%, el 1% profesa el hinduismo, mientras un ulterior 2% practica credos diversos o ligadas a la tradición animista.