Jubileo de la Misericordia: los niños abren la Puerta Santa (Foto)

Mons. Jerzy Maculewicz, administrador apostólico de la Iglesia católica de Uzbekistan, cuenta las celebraciones por el inicio del Jubileo de la Misericordia en el país del país de Asia central. Toda la comunidad católica estaba presente. Durante el 2016 serán instituidos en todas las parroquias 3-4 días jubilares, “durante los cuales los fieles podrán recibir la indulgencia”. La iniciativa mira en alcanzar las zonas más remotas. La relación con la comunidad musulmana. La invitación del obispo “mirar a los vecinos prescindiendo de la religión, como lo hace Dios que mira sólo el corazón de la persona”.

Taskent (AsiaNews)- Fueron los niños quienes abrieron la Puerta santa de la catedral del Sagrado Corazón de Jesús de Tashkent, “porque son los más puros, tienen el corazón puro”. Con estas palabras mons. Jerzy Maculewicz, administrados apostólico de la Iglesia católica de Uzbekistan cuenta a AsiaNews las celebraciones que dieron inicio al Jubileo de la Misericordia en Uzbekistan. El obispo refiere también que durante la homilía pidió “todos a todos los presentes de ser misericordiosos, de reconciliarse con los vecinos, en un país donde los musulmanes representan el 80% de la población. Les pedí no sólo de experimentar la misericordia divina, sino aprender de Dios a ser misericordiosos con los otros”.

Toda la comunidad católica de la capital uzbeka (unas 300 personas) participó en la ceremonia, que inició a las 12 (hora local) del 13 de diciembre. Los participantes se reunieron al exterior de la catedral, donde fue leído el Evangelio. Luego se encaminaron en procesión hacia la iglesia y reunidos alrededor de la puerta central, adornada con el símbolo del Jubileo. “A este punto- cuenta mons. Maculewicz- fueron los niños quienes abrieron la Puerta Santa dando inicio de la Misericordia también en nuestro país. Han tirado de las cuerdas atadas a las manijas de la Puerta y han permitido a todos el ingreso a la iglesia teniendo en alto el Evangelio sobre la cabeza y hemos continuado los festejos en el interior.

El obispo refiere que fue aprobada la iniciativa de difundir el Jubileo también en las zonas más remotas de Uzbekistan. El territorio es grande y los fieles deberían hacer miles de quilómetros. Por eso hemos pensado en llevar el Año Santo a sus casas”.

En el curso del año 2016 serán instituidos tres o cuatro “días jubilares en todas las parroquias del país, durante los cuales los católicos podrán confesarse, participar de la misa y recibir la indulgencia. Además durante el período de la Cuaresma queremos organizar encuentros con sacerdotes y laicos en los cuales no se tratará sólo el tema de la penitencia sino cómo renovar nuestra vida espiritual”. “De este modo- explica- podremos observar también en las parroquias más distantes los frutos del Año de la Misericordia”.

A propósito de la relación entre cristianos y la mayoría musulmana, mons. Maculewicz dice que ya antes del inicio del Año Santo había pedido “incentivar el diálogo entre nuestras religiones”. La ocasión fue una conferencia organizada en el Centro intercultural para festejar la Constitución “que en el país asiático se celebra el 8 de diciembre y que para nosotros católicos es importante por la Inmaculada Concepción”.

Durante la conferencia “recordé a los representantes de las otras confesiones que el Papa Francisco nos ha dado el don del inicio del Jubileo justo en el día de la fiesta nacional. No sólo, también subrayé que las normas constituidas por el Estado son muy importantes. Pero ante todo en estas leyes que deben ordenar nuestra vida debemos poner un poco el corazón, esta misericordia de la cual ha hablado el Papa Francisco: una misericordia divina y también ser misericordiosos entre nosotros, entre personas de diversas culturas y diversas religiones”.

Un concepto reafirmado también durante la homilía del 13 de diciembre: “Dije a los fieles católicos que sean buenos, de buscar la reconciliación, de hacer obras no mirando sólo al vecino católico, sino a todas las personas prescindiendo de su religión. Todos somos importantes a los ojos de Dios. Él no mira a la religión sino al corazón de la persona”.

Por último el obispo expresó su “profunda alegría en el recordar que a los inicios de diciembre dos co-hermanos nuestros franciscanos de seminario, el p. Michael Tomaszek y el p. Zbigniew Strzalkowski, fueron beatificados y se convirtieron en los primeros mártires de Perú. En honor de ellos ayer hemos celebrado una función religiosa.