Jornada de los derechos humanos: abolir el odio religioso y las discriminaciones
En Faisalabad se realizaron 2 seminarios sobre la tutela de las minorías y contra todas las discriminaciones sociales y religiosas. Los jóvenes “deben hacerse sentir más en la sociedad”. Obrar contra las torturas bajo custodia, los homicidios fuera de los tribunales, la victimización política.
Faisalabad (AsiaNews) – Sostener el respeto de los derechos humanos en un país marcado por continuas y crecientes violaciones, amenazas y discriminaciones sociales y religiosas. l objetivo de una serie de asociaciones de pakistán, que ayer se reunieron en Faisalabad en ocasión de la Jornada mundial de los derechos humanos. Entre las organizaciones presentes, también la Human Rights Focus Pakistan (HRFP), en primera línea en la defensa de los derechos de las minorías y para esto bajo el ataque del gobierno. El presidente Naveed Walter afirma: “El derecho a la igualdad debe ser la principal prioridad de todos los ciudadanos, prescindiendo de la religión, raza, lengua, demografía, nacimiento, género, opinión, secta o casta, discapacidad física o mental”.
Faisalabad hospedó 2 seminarios: el primero en la sede local del HRFP; el segundo en la Iqbal Hall de la corporación metropolitana. En ambas han participado activistas, estudiantes, jóvenes, autoridades, abogados, miembros de los comité distritales. Los eventos fueron organizados para celebrar los inalienables derechos y las libertades fundamentales de cada ser humano. Entre éstos, subrayan los participantes, hay algunos que a menudo no encuentran tutela en Pakistán: las libertades de pensamiento y de expresión, el derecho de asociación, de pacífica asamblea y a vivir una existencia libre de cualquier forma de discriminación.
Según Walter, “minorías, mujeres y niños son considerados objetivos débiles. Los jóvenes son la mayoría de la población, pero lamentablemente son afectados por conflictos, exclusión, inestabilidad económica que impiden a ellos hacerse sentir por las autoridades. No logran influenciar al proceso decisional”. “Esta jornada-evidencia- hecha a propósito para ellos, para involucrar a los jóvenes a tomar parte en la sociedad a través de grupos o de modo individual, no obstante los desafíos que se encuentran de frente; a invocar, enseñar y formar a levantarse contra actos de odio y todo aspecto de discriminación”.
Muhammad Ali, vice comisario de Faisalabad y huésped de honor del segundo seminario, sostiene: “Igualdad y equidad son las bases de la fe islámica y el fulcro de cada documento sobre los derechos humanos. Pakistán está haciendo lo mejor posible para asegurarlos, por ejemplo levantando la voz en los fórum internacionales sobre la condición de la población musulmana de Cachemira, que sufre la agresión del Estado (India,ndr)”.
Para Nazia Sardar, investigadora y directora de la “Association of Women for Awareness and Motivation”, “las personas son maltratadas por las autoridades y se vuelven vulnerables. Enfrentan diversos desafíos para sobrevivir y practicar las propias libertades fundamentales a causa de la propia fe o credo. Los cachemiros sufren por la discriminación y la explotación y son ignorados por ambos Estados.
Yasir Nazir, asistente del procurador de Faisalabad, agrega que “las leyes existen y las instituciones trabajan en base de sus capacidades. Se necesitaría una atención especial para mitigar los desafíos como los homicidios fuera de las aulas de los tribunales, las torturas y las muertes bajo custodia de la policía, la victimización política y el odio contra las minorías religiosas”.
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