Jerusalén, tensiones por el Ramadán. Se temen nuevos enfrentamientos
Hay poca gente en la Explanada de las Mezquitas, por el temor a la violencia y a los bloqueos de la policía israelí. Ayer por la tarde se produjeron enfrentamientos entre palestinos y jóvenes supremacistas judíos afiliados al grupo Lehava. El incidente culminó con cien heridos, de los cuales 22 fueron hospitalizados. Más de 50 personas quedaron detenidas. Provocaciones deliberadas por el mes sagrado de ayuno y oración islámico. El nudo de la ocupación.
Jerusalén (AsiaNews) - Desde el comienzo del Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración islámico, "la tensión en Jerusalén y sus alrededores está aumentando gradualmente", pues hoy, al final de la oración del viernes, "se teme que se produzcan nuevos enfrentamientos". Es lo que comenta a AsiaNews Adel Misk, un neurólogo y activista palestino que contactamos mientras se encontraba en la Explanada de las Mezquitas. "En este periodo se reúnen hasta 300.000 fieles en Al-Aqsa". El pasado fin de semana, en un atisbo de vuelta a la normalidad tras las restricciones por la pandemia de Covid-19, hubo decenas de miles de personas. "Hoy", dice, "hay muy poca gente”.
Al menos cien personas resultaron heridas en los enfrentamientos que estallaron a última hora de la noche cerca de la Puerta de Damasco, en la ciudad vieja. La violencia enfrentó a los manifestantes palestinos con al menos 300 judíos de extrema derecha, que marcharon en dirección a los manifestantes al grito de "muerte a los árabes". La policía israelí, en un intento de mantener separados a los dos grupos, atacó a los palestinos, que respondieron lanzando piedras.
Según los informes de la Media Luna Roja, al menos 22 palestinos fueron hospitalizados para recibir atención médica. Unas 50 personas, pertenecientes a ambos grupos, fueron detenidas por las fuerzas policiales. Los enfrentamientos son el resultado de días de tensión, en los que ya se habían producido pequeños brotes que culminaron con algunos heridos. Los supremacistas judíos -nuevos aliados del primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu, en su intento de formar un nuevo gobierno- desplegaron una marcha con la mira puesta en los árabes musulmanes, reclamando para ellos la "muerte" una y otra vez.
La protesta palestina se justifica por el hecho de que la policía teóricamente ha impedido las reuniones nocturnas - el Iftar, o cena- que los musulmanes suelen organizar durante el Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración. Los ánimos se caldearon a raíz de un vídeo publicado en la popular red social TikTok, que muestra a un palestino abofeteando a un judío ultra-ortodoxo en un tren de Jerusalén. La acción desató la ira de los israelíes y culminó con la protesta de los líderes de la derecha, que exigen a la policía que actúe con mano dura. Es en este contexto que debe leerse la "expedición punitiva" del grupo Lehava, que con ello pretendía dar al país una muestra de "orgullo nacional".
Adel Misk, vocero de The Parents Circle, una asociación que reúne a casi 250 israelíes y 250 palestinos, todos ellos familiares de víctimas del conflicto, comenta que hay "grupos de jóvenes extremistas [judíos] que provocan a los niños palestinos durante el mes de Ramadán". Durante el mes sagrado, fieles de toda Cisjordania, incluso de Jordania, Belén y Ramallah, intentan "llegar a al-Aqsa, la segunda Meca, para rezar". Los israelíes están provocando a los palestinos e intentando impedirles el acceso a la mezquita, colocando obstáculos y levantando barricadas".
A los grupos de jóvenes, se suman los policías que "rodean la zona por cientos e impiden el acceso a la mezquita", continúa el activista.. Estas restricciones, sumadas a las provocaciones de los extremistas de derecha, "son el origen de los enfrentamientos". La situación es grave, entre otras cosas porque los fieles musulmanes esperan meses para vivir este periodo con devoción y cumplir con sus deberes religiosos, pero los policías y los agitadores se lo impiden. Todo esto acaba caldeando aún más el clima". Esto tampoco ayuda a mitigar la situación de incertidumbre que se vive en Israel a nivel político. Netanyahu está en busca de los escaños necesarios para lograr la mayoría en la Knesset (necesita conseguir 61 escaños de los 120 que conforman el Parlamento israelí). "El gobierno -concluye Adel Misk- está en la cuerda floja y Netanyahu recurre a la mano férrea contra los palestinos, para demostrar que es el único capaz de mantener el control y asegurar el orden. El tema central de estas tensiones y de la violencia es la ocupación israelí, por lo que se necesita una mayor solidaridad internacional para desbloquear la situación y llegar a la firma de un acuerdo”.
17/12/2016 13:14
01/09/2021 15:28