Java Central, arrestos durante las protestas por la represa de Bener

de Mathias Hariyadi

La situación es sumamente tensa en el distrito de Purworejo debido a un proyecto estratégico para el gobierno indonesio, pero al que se oponen los habitantes de la aldea de Wadas, que perderán las tierras que siempre han cultivado. ONG locales: si bien se han ofrecido compensaciones, nadie explicó dónde podrá instalarse la gente una vez que sea desalojada.

Yakarta (AsiaNews) - Reprimieron con el uso de la fuerza las manifestaciones en el distrito de Purworejo, provincia de Java Central, donde las comunidades locales se oponen a la construcción de la represa de Bener, un megaproyecto del gobierno indonesio. Las tensiones estallaron el 8 de febrero cuando un equipo de técnicos, escoltado por un gran despliegue policial y militar, llegó a la zona del pueblo de Wadas para realizar mediciones con vistas a la apertura de una cantera de andesita, vinculada a la construcción de la represa. Las fuerzas de seguridad respondieron a las protestas de los habitantes arrestando a unos 60 adultos y cuatro menores. Sólo cuando el caso cobró resonancia nacional, los detenidos fueron liberados y el jefe de la policía y el gobernador de Java central se disculparon por el uso excesivo de la fuerza.

El proyecto de la represa de Bener fue anunciado en 2018 y divide a la comunidad local. Con esta iniciativa, el Ministerio de Obras Públicas de Indonesia pretende irrigar más de 15.000 hectáreas de arrozales para 2023, mejorar el suministro de agua -especialmente en la zona del nuevo aeropuerto internacional de Yogyakarta- y contar con una fuente de energía hidroeléctrica, además de reducir el riesgo de inundaciones que suelen afectar a los distritos de Purworejo y Kulon Progo.

La contracara de esta obra es su impacto en una zona eminentemente agrícola: solo para la cantera, tendrán que confiscar más de 150 hectáreas de tierras, lo que perjudicará a alrededor de 1.800 habitantes del pueblo de Wadas. Varias ONG locales y organizaciones de derechos humanos apoyan a los lugareños, alegando que no se les ha dado la posibilidad de elegir. Si bien les aseguraron una indemnización, los pobladores no tienen ni idea de dónde podrán establecerse cuando pierdan las tierras, que actualmente son su única fuente de sustento. Por otro lado, también les preocupa el destino de las 28 fuentes de agua de la zona, que quedará transformada en una cantera.

A pesar de las protestas, las autoridades públicas han manifestado su intención de seguir adelante con el proyecto. En un intento de aliviar las tensiones, el gobernador de la provincia de Java Central aseguró que en el proyecto se tomarán en consideración todas las resoluciones y normativas que marca la ley.