Japón, una estatua de la misericordia en un bosque destruido por el tsunami
Tokio (AsiaNews) - En el bosque de pinos que rodeaba el templo budista Taimadera, devastado por el terremoto y el tusunami de marzo de 2011, nació una estatua de la diosa Kannon, el Buda de la compasión. Esta estatua, dice su escultor, "es un signo de esperanza para los sobrevivientes y una llamada a la oración por las almas de los que murieron en esta tragedia". Esculpido con la madera de 70 mil pinos destruidos por la furia de la naturaleza, se colocará bajo el último árbol en pie en el bosque que rodea el templo.
Seizan Watanabe, famoso escultor de las estatuas budistas de la Prefectura de Shida, fue involucrado en el proyecto de un empleado municipal de Katsuragi, en la prefectura de Nara, que inmediatamente después de la tragedia del 11 de marzo fue enviado al área de Tohoku para dar apoyo a las víctimas y supervisar el trabajo de reconstrucción. En el área se encuentra el templo Taimadera ( Katsuragi), conocido por su hermoso bosque de pinos silvestres.
Triste por la destrucción de árboles y desechos de madera, el hombre se contactó con el escultor Watanabe y lo invitó a la zona. Después de revisar la situación, y después de una corta estancia en el templo, el artista cumple con los sobrevivientes: "Me dijeron que no se podía ceder a lo que pasó, había que seguir Así que tuve la idea de hacer un Ayumi Kannon, una deidad que personifica la compasión y que invita al mismo tiempo a ir paso a paso".
Convocados por los monjes locales, más de 7.000 personas han reunido piezas de madera y los han enviado a Watanabe. Este, para evitar esculpir una estatua demasiado frágil, ha añadido leños más robustos usando la técnica "ichibozu - zukuri", o "cincelar desde el más grande hasta alcanzar el más pequeño" ( ver foto). Para todos aquellos que han contribuido enviando la madera, el escultor respondió enviando sus astillas del material procesado, "para la buena suerte".
La estatua fue inaugurada el pasado 24 de enero en la casa del escultor, pero será donado a la zona de Rikuzentakata, una de las más afectadas por el tsunami, el 11 de julio. En esa fecha también se celebrará la ceremonia de la " infusión del alma" en la estatua, el escultor, acompañado por las oraciones de los monjes budistas, pintara los ojos que le da la oportunidad de "ver" el mundo y los seres humanos. Después de un período en Rikuzentakata, con el tiempo se colocará bajo el último árbol de pino que quedó en pie.
El 11 de marzo de 2011, un fuerte terremoto sacudió la costa oriental de Japón, provocando un tsunami devastador. Aproximadamente 16 mil personas murieron inmediatamente después de la tragedia (al igual que hubo miles de desaparecidos), pero el número de víctimas sigue aumentando con los daños a las plantas de energía nuclear en Fukushima, lo que provocó una fuga de radiación letal. La Iglesia japonesa y Caritas están involucrados en los programas de rehabilitación en la zona, pero todavía hay miles de personas en una situación desesperada.
19/05/2016 14:03
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