Israel vota: Netanyahu, vacunas contra el Covid y subsidios para mantenerse en el poder
Mañana es la cuarta convocatoria electoral en menos de dos años, y la segunda desde que comenzó la pandemia. El país muestra un creciente vuelco hacia la derecha pero la batalla electoral sigue siendo incierta. La supervivencia de los 2 Bibis, en juego. Líder palestino: no hay perspectivas de paz y el futuro está dominado por la incertidumbre.
Jerusalén (AsiaNews) - Se abre todo un desafío en torno a la figura del primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu (apodado “Bibi”), en una nación que se prepara para elegir entre la derecha y posiciones aún más extremas. En diálogo con AsiaNews, así describen el escenario los expertos israelíes y palestinos en vísperas de las elecciones generales previstas para mañana, 23 de marzo. Será la cuarta convocatoria electoral en menos de dos años, y está marcada por una profunda inestabilidad. Desde la vieja cuestión de los asentamientos en los Territorios Ocupados, hasta la pandemia del nuevo coronavirus - Israel es una de las primeras naciones del mundo en salir de la emergencia sanitaria gracias a una campaña de vacunación masiva -, la posibilidad de que surja un gobierno se juega en el campo de las alianzas y los escaños.
Para obtener la mayoría en la Knesset, el parlamento israelí, se necesitan al menos 61 escaños. A un año de la última votación, aún podría perfilarse como favorito el primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu. Su supervivencia política está supeditada al juicio por corrupción que lo tiene como imputado y del que hasta ahora ha podido escapar gracias al cargo que ocupa. En cuanto a sus principales rivales, se asiste al ocaso del liderazgo de Benny Gantz y del partido Blanco Azul, pero siguen en carrera el centrista Yair Lapid - antiguo aliado de Netanyahu en el Likud, Gideon Saar-, y el campeón de la derecha ultranacionalista Naftali Bennett.
A pesar del panorama de relativa incertidumbre, los sondeos de los últimos días muestran un repunte del Likud de Netanyahu, que podría conquistar hasta 30 escaños - tres más que la semana pasada. Yesh Atid, del partito centrista de Yair Lapid, pasa de 20 escaños a 19; Yamina, la agrupación de derecha liderada por Naftali Bennet, cae de 11 a 10; y New Hope, el partido fundado en diciembre pasado por el ex ministro del Likud Gideon Saar, se acerca a los 10 escaños. Al día de hoy, ninguna coalición parecería ser capaz de lograr una mayoría. Es por eso que la atención de los analistas se centra en las próximas jugadas del Primer Ministro saliente, que es visto como el candidato más hábil para mediar a fin de obtener una mayoría. La alternativa -para nada improbable, por cierto- sería una quinta jornada electoral antes de fin de año.
AsiaNews entrevistó al Prof. Bernard Sabella, representante de Fatah y secretario ejecutivo del servicio a los refugiados palestinos del Consejo de las Iglesias del Oriente Medio. Sabella considera que “Netanyahu libra una lucha para permanecer en el poder”. Las encuestas demográficas, añade, "muestran una nación que se desplaza cada vez más hacia la derecha: un centenar de escaños de un total de 120, de hecho, irán a parar a partidos de derecha o extrema derecha y es aquí donde se juega la carrera electoral". La situación actual, continúa, "no es ciertamente positiva para las negociaciones de paz con los palestinos; tampoco es buena para los grupos marginados ni para las perspectivas de paz y para el futuro en general".
Para el líder cristiano palestino, "es probable que el bloque de Netanyahu logre unos sesenta escaños, pero no una mayoría; por tanto, tendrá que trabajar, mediar, para ganar uno o dos escaños más y formar gobierno". En cuanto al frente árabe, a diferencia de la última ronda electoral, "está dividido" y "esto tampoco es bueno" para el futuro del país y de la región. En tanto, "aumentan los episodios de violencia y delincuencia: a diario sentimos hablar de delitos y la comunidad árabe está preocupada". La comunidad árabe sigue estando marginada, y nada cambiará después de la votación". Esta vez, nuevamente, el enfrentamiento "se juega en torno a la supervivencia política de Netanyahu", concluye Sabella, quien cree que "la campaña de vacunación masiva podría ayudarle a mantenerse en el poder".
Sobhy Makhoul es miembro de la Iglesia maronita de Jerusalén y administrador del Christian Media Center. Ante todo, comenta, "en estas elecciones no hay intervención ni intromisión del exterior, ni siquiera de los Estados Unidos, donde todo es silencio y se siguen de cerca los acontecimientos". Por otro lado, “en los últimos meses, Netanyahu ha mostrado toda su astucia y habilidad promoviendo una campaña de vacunación masiva contra el Covid-19, gracias a acuerdos por debajo de la mesa con empresas farmacéuticas, convirtiendo a Israel en un campo experimental, pero los hechos le han dado la razón”. De alguna manera "ha sabido ganarse la simpatía y la buena voluntad de muchos" no sólo con la vacuna, sino también a través del otorgamiento de incentivos, ayudas, apoyos "que si bien han creado un agujero presupuestario, han sostenido a las categorías en dificultades". Y para el futuro -añade- dijo 'vótenme y siempre pensaré en ustedes, y me ocuparé de tapar estos agujeros presupuestarios y el déficit que se ha creado'. Además, a diferencia de lo que sucedió en el pasado, ha escuchado a sus asesores y mantuvo a su familia -a su esposa, y a su hijo- al margen, en el pasado le crearon bastantes problemas”.
La partida, concluye Sobhy Makhoul, se juega en torno al "voto indeciso: todavía hay 15 o 16 escaños en juego, y éstos pueden marcar la diferencia en la formación del nuevo gobierno y la futura mayoría en la Knesset". Es difícil hacer predicciones y no se descarta que el cuadro de inestabilidad pueda crecer y llevar al país a un quinto llamado electoral, algo que nadie desea. Desde la extrema derecha hasta el centro, el juego de alianzas será fundamental".