Israel igual que China: cámaras y reconocimiento facial para controlar a la población
En el único punto del orden del día de la comisión de la Knesset, oficialmente en receso, se dio luz verde a un proyecto firmado por Ben-Gvir y Levin. Más poderes para que la policía utilice cámaras para la identificación y el análisis proactivo o retroactivo de las imágenes. Activistas y críticos temen abusos y distorsiones relacionadas con la ley.
Jerusalén (AsiaNews)- La ley preocupa a los activistas, tanto israelíes como palestinos, porque endurece aún más el control de la población siguiendo el modelo chino, que invade la esfera personal y limita los derechos de las personas. Hace pocos días la Comisión Ministerial Legislativa aprobó un proyecto presentado por el Ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir y su par de Justicia, Yariv Levin, para reforzar el uso de la tecnología de reconocimiento facial en lugares públicos. Este fue el único punto del orden del día de la Knesset, que había sido convocada para una sesión extraordinaria dado que las actividades parlamentarias están suspendidas por vacaciones. Sin embargo el Ejecutivo ha decidido acelerar el proceso de una ley que considera de máxima prioridad.
El texto asigna mayores poderes a la policía para utilizar cámaras de identificación y análisis proactivo y retroactivo de imágenes para identificar determinadas personas o actividades ilegales. Los promotores consideran que estas funciones "permiten" a las fuerzas del orden "rastrear la identidad y localizar a los sospechosos" y son una "herramienta útil y eficaz para reconocer y prevenir delitos", a fin de conservar "el orden público, la paz y la seguridad de los ciudadanos". El uso de esta tecnología debería quedar limitado a los "delitos graves", que conllevan una pena mínima de siete años de prisión o están previstos en un listado específico, pero es fácil imaginar abusos y distorsiones en su aplicación, sobre todo en casos de violencia o terrorismo.
Levin y Ben-Gvir presentaron el primer proyecto en febrero pasado, pero quedó estancado debido a la falta de especificidad con respecto a cuándo y dónde podría implementarse esa tecnología. Muchos Ejecutivos anteriores [como el primer ministro Naftali Bennet o en el bienio 2013-14, con la ministra de Justicia Tzipi Livni] ya habían intentado institucionalizar el uso de la tecnología de reconocimiento facial como herramienta de seguridad. La ley actual que está siendo examinada por la Knesset contiene una disposición que exige que todos los datos obtenidos mediante el software de reconocimiento facial sean confidenciales y se eliminen en un plazo de 72 horas, a menos que sean directamente relevantes para operativos policiales específicos en curso. Además, según el texto actual, para utilizar la tecnología la policía debe indicar la ubicación del sospechoso y obtener la aprobación de un oficial superior.
Críticos y activistas objetan que el programa no establece ningún mecanismo de supervisión. En 2020 una fuente anónima dentro de la policía afirmó que las fuerzas del orden habían recopilado información sobre los movimientos de israelíes no sospechosos de ningún delito en una base de datos secreta. En su momento, los directivos del organismo se justificaron afirmando que el uso del sistema estaba "autorizado por vía judicial y se utilizaba de manera ordenada, cuando era necesario". Otra justificación fue que la ley forma parte de un esfuerzo legislativo más amplio para combatir la delincuencia en la comunidad árabe. Ben Gvir ha sido objeto de fuertes críticas por su manejo del alarmante aumento de muertes violentas en las comunidades árabes de Israel, que han batido récords en los últimos años. Según el grupo de defensa contra la violencia Abraham Initiatives, 174 miembros de la comunidad árabe murieron asesinados desde principios de este año, entre ellos 165 ciudadanos israelíes, la mayoría en tiroteos. En el mismo periodo de 2022 hubo 77 asesinatos.
Por otra parte, el uso de cámaras y tecnología de reconocimiento facial es una práctica constante con la población palestina desde hace tiempo. En 2019 -aunque los hechos recién se conocieron dos años después- el ejército israelí implementó un programa basado en nuevas tecnologías con miles de fotografías y métodos de vigilancia altamente invasivos, que los activistas de Breaking the Silence definieron como la “digitalización” de la ocupación. Siguiendo un modelo chino, la tecnología denominada "Blue Wolf" se basa en la recopilación de fotografías y datos cruzados con una base ya existente en los archivos de Israel, que alerta a los militares en caso de que sea necesario detener personas en base a información preliminar. La red de vigilancia también incluye la aplicación “White Wolf”, que los funcionarios de seguridad utilizan en los asentamientos de Cisjordania para proporcionar información e identificar a los palestinos antes de que ingresen a las colonias por razones de trabajo.
25/06/2021 11:32
02/12/2019 09:55