Israel autoriza la alimentación forzada de los prisioneros que están en huelga de hambre

De acuerdo a la Corte Suprema, la norma “es legal tanto en el plano del derecho israelí como en el del derecho internacional”. Salvar una vida es “una prioridad”, y el Estado es “responsable” por los prisioneros. Críticas de la Asociación médica, que se alza contra la medida: “La alimentación forzada equivale a la tortura”. De los 7.000 palestinos detenidos en las cárceles israelíes, 700 se encuentran allí bajo régimen de detención administrativa.

Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - La Corte suprema israelí confirmó la validez de una ley que permite la alimentación forzada de los presos que atraviesan una huelga de hambre, en el caso de que esta forma de protesta extrema ponga en peligro su vida. La sentencia fue dictada ayer, tras meses de polémica y debate en torno a una controvertida medida que viola claramente los derechos humanos, según afirman algunos activistas y ONG.

Al ser interpelado por un recurso presentado por la Asociación de médicos israelíes, el tribunal destacó que esta norma de ley –que data de julio de 2015- es “legal tanto en el plano del derecho israelí como en el del derecho internacional”. Salvar una vida, agregan los jueces “sigue siendo una prioridad, y el Estado es responsable por la vida de sus presos”.

Según los promotores de la medida, la ley se propone limitar el número de detenidos que promueve esta forma de protesta. Una práctica común, sobre todos entre los palestinos; un gesto que, según Israel, la mayor parte de las veces se vuelve más una forma de extorsión que una protesta en sí.

El sector médico, que durante mucho tiempo protestó por quedar implicado en una cuestión de índole “política”, se alzó contra la medida. Al ser interrogado por Haaretz, el presidente de la Asociación, Leonid Eidelman, afirmó que “la alimentación forzada equivale a la tortura” y dijo que “ningún médico debiera llevar adelante semejante práctica”.

Para el parlamentario Tamar Zandberg se trata de una norma “cruel, inmoral y carente de ética”.

En el pasado, varios prisioneros palestinos han emprendido huelgas de hambre tras ser puestos bajo régimen de detención administrativa, que permite encarcelar a un sospechoso durante largos períodos –que pueden ser renovados cada seis meses- aún sin haber cargos de imputación precisos contra él.

Esta medida, que en otro tiempo fuera aplicada a los militantes palestinos exclusivamente, ahora es válida también para los israelíes, no obstante los que la critican se muestren escépticos sobre las modalidades de aplicación de la misma.

Entre los casos más famosos, está el de Mohammed Allan, un hombre de 32 años de edad que fue arrestado en noviembre de 2014 con la acusación de pertenecer al grupo extremista Islamic Jihad; clamando por su inocencia, él se negó a alimentarse y su estado de salud se deterioró rápidamente.

Datos actualizados indican que de los 7.000 detenidos palestinos encerrados en las cárceles israelíes, cerca de 700 se encuentran allí bajo régimen detención administrativa. Fuentes del Departamento de derechos humanos de la ONU subrayan que “es el número más alto desde el año 2008”. Las Naciones Unidas y diversas organizaciones lanzan regularmente llamamientos y petitorios a Israel a fin de que se suspenda esta medida, que es un legado de la época del mandato británico en Palestina.